El director general de Gaia, Tomás Iriondo | ASIER BASTIDA

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Las empresas integradas en Gaia, Asociación de Industrias de
Conocimiento y Tecnologías Aplicadas, alcanzaron el pasado año un récord de facturación al superar, en su conjunto, los 6.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento de algo más del 7% respecto a 2021. A lo largo del pasado ejercicio crearon 1.300 empleos, unos números que podrían haber sido incluso más elevados, de no ser por las dificultades para encontrar determinados profesionales.

En una entrevista concedida a Europa Press, el director general de Gaia, Tomás Iriondo, ha manifestado que esas cifras de ventas podrían ser aún mejores, pero la falta de perfiles especializados está limitando el crecimiento del sector y ha cifrado entre 800 y 1.000 las vacantes de personal a cubrir y que podrían contratar «en unos meses».

En la actualidad, Gaia cuenta con 310 socios, que vienen a representar a más del 80% del sector ICTA (Industrias del Conocimiento y Tecnología Aplicada), incluyendo a las principales empresas e infraestructuras.

Tomas Iriondo ha indicado que, a pesar de las incertidumbres, al sector le va «bien», en primer lugar porque en estos momentos «pesa mucho todo lo que es la transición digital y tecnológica», de manera que se ha convertido en una «prioridad para gran parte de los distintos ecosistemas económicos», lo que hace que «el propio mercado esté tirando de la demanda».

Junto a ello, ha destacado que «afortunadamente» Euskadi tiene un ecosistema «diferenciado, con gran valor añadido» que, incluso, está «captando la atención de grandes empresas internacionales» y ha citado, como ejemplo, la decisión de IBM de instalar en San Sebastián su sexto ordenador cuántico.

Por lo tanto, ha manifestado que, desde este punto de vista, Euskadi resulta «muy atractivo» al exterior, tiene una capacidad tecnológica «muy importante, líder en el ámbito nacional» y trata «de tú a tú» a regiones europeas avanzadas.

Récord de ventas

No obstante, ha aludido a las «incertidumbres» existentes, la elevada inflación tras la guerra de Ucrania y la ruptura en la cadena de suministros, factores que les han afectado en su actividad del pasado año.

A pesar de ello, «la foto sigue siendo buena» y las empresas de Gaia en conjunto han alcanzado en 2022 una cifra «récord» de facturación al superar los 6.000 millones de euros, con un crecimiento, a falta del cierre definitivo, de algo más del 7% respecto a 2021. En materia de empleo, lograron incorporar durante el pasado año a alrededor de 1.300 personas al sector y ha lamentado que no hayan podido «contratar a más».

«No hemos llegado a los dos dígitos de crecimiento, que es lo que nos hubiera gustado, pero sí hemos crecido y de manera importante. El día que se despejen algunas de estas dificultades que tenemos en el camino, probablemente cogeremos la senda de los dos dígitos de crecimiento», ha apuntado.

Falta de perfiles especializados

Tomás Iriondo ha aludido también a la dificultad para la captación de perfiles especializados, que es la principal preocupación del sector, y cree que, sin ese problema, probablemente hubieran crecido a dos dígitos.

El responsable de Gaia se ha mostrado convencido de que podrían haber subido entre tres y cinco puntos la facturación si no hubieran tenido «ninguna restricción en la contratación de personas».

En este sentido, ha afirmado que las empresas se están encontrando con que no pueden atender a mercados porque no tienen «esa capacidad de dar una calidad de servicio», que «es lo que caracteriza al sector vasco». Según ha precisado, por una parte, se están cubriendo puestos con perfiles «no adecuados» y es personal al que tienen que «capacitar y formar», lo que les «ralentiza» en su actividad.

Según ha explicado, esa es una parte importante de la realidad del sector, la de «cubrir perfiles de una manera no óptima». Además de esta situación, también hay determinados perfiles de alta especialización que no se encuentran y «no hay manera de formarles», por lo que hay que «ir a fichar a gente».

«Si quiero fichar, tengo que quitárselo a alguien y eso supone darles unas mejores condiciones. Eso ha supuesto este año un crecimiento en algunos perfiles, en cuanto a inflación salarial, de más del 15%. El otro fenómeno es que, aún así, no se consigue el perfil y quedan vacantes», ha manifestado.

Tras manifestar que el hecho de que haya vacantes les «limita» a la hora de poder atender al mercado u optar a desarrollos nuevos, ha apuntado que «si hablamos de perfiles de especialización, tranquilamente podríamos contratar en estos momentos a 800 o 1.000 personas en unos meses».

El responsable de Gaia ha indicado que la falta de esos perfiles especializados está suponiendo un problema para el crecimiento del sector, pero también para muchos otros sectores de actividad económica como automoción, máquina-herramienta o energía, que también precisan de esos perfiles tecnológicos.

«Cada vez tenemos menos cantera, pero más demanda, y eso hace que compitamos entre nosotros por ese capital humano y talento para poder atender a nuestras estrategias de crecimiento, diversificación de productos o de mercado», ha manifestado.

Ante este problema, que Gaia trata de abordar con numerosas iniciativas, cree que hay que «seguir invirtiendo, ser creativos y buscar todo tipo de fórmulas para captar este talento y retenerlo».

Según ha sostenido, este dificultad para encontrar perfiles especializados se está convirtiendo «en el mayor hándicap del crecimiento». «Hasta ahora era un cuello de botella, pero puede convertirse en un techo de cristal al desarrollo de la economía de Euskadi», ha advertido.

Por otra parte, ha destacado la apuesta que viene realizando el sector por las inversiones en I+D, --que alcanzaron el pasado año los alrededor de 170 millones de euros--, ya que son conscientes de que las nuevas tecnologías que afloran «obligan a invertir».

«Este es un sector que tiene un ADN muy tecnológico, que requiere tecnología para poder construir esos ingredientes que nos permiten tener éxito en nuestras recetas del mercado y hay que invertir en estos momentos de cambios tecnológicos si cabe, más. Está habiendo una reacción importante por parte de las empresas para invertir», ha agregado.

Previsiones 2023

De cara al presente ejercicio, ve un «escenario positivo» y les gustaría llegar a un crecimiento de ventas de dos dígitos. En concreto, Iriondo ha indicado que la previsión para este año 2023 es volver a crecer entre el 5 y el 10% en su volumen de facturación y ha insistido en que dependerá de «captar más talento» para atender las necesidades de las empresa, de la evolución de la inflación y que se tenga acceso a los componentes para las soluciones tecnológicas.

«También depende de que se hagan ciertas apuestas de infraestructuras o servicios que tenemos que habilitar en el entorno para reforzar nuestras propias cadenas de suministro», ha añadido.

En relación a la transición digital, ha asegurado que es un «cambio muy importante, radical, de gran calado» y no se trata solo de usar tecnología, sino de un cambio del modelo de negocio que orienta a las organizaciones «hacia la economía del dato».

En este punto, ha defendido que esta transición, que «tiene que reforzar a las personas en su desempeño», va a requerir de «unos cuantos años», pero cree que en Euskadi «afortunadamente» hay «conciencia y proactividad», tanto por la parte pública como la privada, por buscar «el factor diferencial y de oportunidad» que tiene la transición digital.