Archivo - Cascos de un teleoperador | TELEFÓNICA - Archivo

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La asociación Defensor del Paciente ha pedido a la Fiscalía Superior de Madrid que abra una investigación sobre la empresa que el pasado día 13 que obligó a sus teleoperadores a seguir trabajar junto al cadáver de una compañera que falleció de forma inesperada en su puesto de trabajo.

En un comunicado, la asociación presidida por Carmen Flores trasladada a la fiscal superior de Madrid, María Pilar Rodríguez, los hechos sucedidos en las instalaciones de Grupo Konecta BTO ubicadas en la calle San Romualdo, en San Blas-Canillejas.

Según denuncian los sindicatos CGT y UGT el pasado día 13 la empleada, de nombre Inmaculada, falleció el pasado día 13 mientras desempeñaba sus funciones en el puesto de trabajo. La empresa, según han denunciado, obligó al resto de empleados a seguir atendido llamadas al tratarse de un servicio esencial «como si de robots en lugar de personas se tratara».

«Inma no estaba sola, la plataforma bullía como cualquier otro día y poco a poco todos y todas se sumieron en el desconcierto. Al conocer la noticia por confusos WhatsApp no dábamos crédito »Está tirada en el suelo y nosotros cogiendo llamadas« »¿Estáis cogiendo llamadas?« »Sí, nos dicen que sigamos cogiendo llamadas", han explicado.

En este sentido, las organizaciones sindicales han censurado que, en lugar de enviar al personal a trabajar a su casa, se les obligó a trabajar «más de dos horas con la compañera de cuerpo presente». Tras el suceso, además de trasladar su pésame, los sindicatos han exigido a la empresa «un protocolo de actuación en caso de fallecimiento en puesto de trabajo», algo que no estaba contemplado hasta el momento.

Desde la asociación el Defensor del Paciente han recalcado que se trata de unos hechos «gravísimos» y «un delito impronunciable». En este sentido, han puesto en valor el «daño psicológico difícil de olvidar» por «la mala actuación de quienes podían evitarlo» para reclamar una investigación de oficio.