Archivo - La Audiencia Nacional juzga este lunes en Madrid al exjefe etarra Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, ATA, que se enfrenta a 13 años de cárcel por coordinar el traslado desde Francia de una furgoneta interceptada en 2010 con explosivos que se dirigí | Pool - Archivo

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El que fuera último jefe militar de ETA, Mikel Carrera Sarobe, alias 'Ata', y la exintegrante de la banda Miren Itxaso Zaldúa han negado este lunes ante el tribunal de la Audiencia Nacional haber participado en el asesinato del expresidente del Partido Popular en Aragón Manuel Giménez Abad en 2001.

'Ata' --que solo ha respondido a su defensa-- ha señalado que ese día estuvo con amigos en una fiesta que se celebraba anualmente en la localidad francesa de Senpere y que se organizaba en apoyo a las ikastolas de Iparralde (Francia), el 'Herri Urrats', y ha explicado que estuvo sirviendo bebidas en una barraca junto a otros amigos. Zaldúa ha indicado que ese día estuvo en el centro comercial de Urbil --cerca de Hernani-- viendo una película en el cine con amigas y que cuando escuchó por la radio del coche que se había producido ese atentado le llamó la atención por su «dureza» porque implicaba a un niño.

En el escrito de acusación de la Fiscalía, recogido por Europa Press, se solicitan penas de 30 años de prisión para los dos acusados por sendos delitos de asesinato terrorista, así como inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena y la prohibición de aproximarse a Zaragoza durante cinco años.

El Ministerio Público sostiene que tanto 'Ata' como Zaldúa, como integrantes del comando Basajaun, «decidieron dar muerte a Giménez Abad y, para ejecutar su plan criminal, que los dos habían diseñado y ejecutaron concertadamente, se desplazaron hasta la ciudad de Zaragoza».

Allí, sobre «las 18.30 horas del día 6 de mayo de 2001, Giménez Abad se dirigía al estadio de la Romareda a ver un partido de fútbol acompañado de uno de sus hijos, por entonces menor de edad». «Mientras caminaban por la calle de la Princesa, el procesado Carrera Sarobe se aproximó a ellos y disparó por la espalda y a bocajarro al señor Giménez Abad y continuó disparando mientras caía y cuando ya se encontraba tirado en el suelo, todo ello en presencia de su hijo menor de edad», relata la Fiscalía, que explica que acto seguido tanto Ata como Zaldúa «huyeron del lugar».

Niega que el 'comando basajaun' estuviera tras el atentado

En esta primera sesión del juicio, los primeros en declarar han sido los dos acusados, y en su turno, 'Ata' (que cumple cadena perpetua en Francia) ha destacado que tras «darle muchas vueltas porque los años no pasan en balde» ha apuntado que estaba en esa fiesta popular puesto que era el primer domingo de mayo y siempre se celebraba en ese día. Al hilo, ha comentado que ese día hacía bastante mal tiempo pero que finalmente decidió ir junto a otros amigos.

Al ser interrogado sobre si formaba parte del comando Basajaun en esa época, Carrera Sarobe ha señalado que sí pero que ese comando concreto no tuvo que ver con «la acción armada» que acabó con el dirigente 'popular'. Además, ha explicado que en Basajaun no estaba Zaldúa, a la que dice haber conocido brevemente en 2004 en el sur de Francia, y que sí remitía comunicaciones a los responsables de la banda en Francia, pero ha negado que fueran de su puño y letra --«no es recomendable a nivel de seguridad»--.

Por su parte, Zaldúa --que ha negado tajantemente haber pertenecido al comando Basajaun-- ha indicado que tras militar en Ekin un tiempo fue contactada por ETA para incorporarse, algo que dice hacer en 2004, y ha señalado que la llamaron para reforzar sus estructuras: «Llevaba el tema del material (...), explosivos y armas». Previamente, ha indicado, también se encargó del envío de cartas, a diferentes sitios y a diferentes personas, siendo una suerte de correo que recibía misivas en un lugar determinado de un monte cercano a Hernani un par de veces al mes.

A preguntas de la acusación particular, la etarra ha señalado que en 2001, cuando se produce el asesinato del Giménez Abad ella residía en su localidad, en Hernani, y se dedicaba al cuidado de niños y a trabajar esporádicamente en una sidrería.

Los reconocimientos fotográficos

Tras las acusaciones ha llegado el turno de la defensa de Zaldúa, que ha centrado el interrogatorio en tratar de desmontar que ella fuera integrante del comando que perpetró el asesinato. Sobre esa labor de intendencia del material de ETA ha explicado que «estaba súper perdida» y que lo que querían los jefes de la banda era que con un ordenador fuera 'estocando' todo el material del que disponían para llevar un control porque había mucho «desperdigado».

En el día de hoy, además de los dos exmiembros de ETA, han declarado dos agentes de la Comisaría General de Información que participaron en la investigación y han hecho además labores de peritaje. Gran parte del interrogatorio de las defensas de los etarras ha girado en echar por tierra los reconocimientos fotográficos realizados por testigos sobre 'Ata' y Zaldúa --al que la Policía identifica con el alias de 'Sahatsa'--.

Cabe recordar que, según recuerda el auto de procesamiento, en el momento del atentado los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado desconocían que ninguno de los dos acusados perteneciera a ETA, motivo por el que sus fotografías no formaron parte de las baterías de fotogramas que se mostraron a los testigos del atentado en un primer momento, incluido al hijo del asesinado, Francisco de Borja Giménez Larraz, que le acompañaba en el momento del crimen.

Pero con el paso de los años y después de que se tuviera constancia de que 'Ata' formó parte de la banda en esa época, se realizan nuevos reconocimiento fotográficos, uno con 18 fotografías de individuos de similares características a 'Ata', y el hijo del dirigente del PP aragonés en octubre de 2014 reconoce a Carrera Sarobe como el hombre que disparó contra su progenitor.

Las testificales policiales de este lunes han puesto el foco además en el análisis de inteligencia elaborado a partir de los documentos requisados en diversas operaciones policiales en Francia --como los registros tras la detención de 'Susper'-- y que permitieron inferir que detrás de la coordinación del comando Basajaun estaban los dos acusados.

De hecho, una de las pruebas que se han destacado en el juicio ha sido una nota manuscrita presuntamente por Zaldúa en la que se hablaba de que existía una oportunidad de «cazuela» --entienden que se refiere a un atentado-- y sobre alguien al que denomina 'Komiki'. Esto relacionaría a Sahatsa directamente con la pertenencia a ese comando Basajaun en la época del atentado de Zaragoza.