El gerente del Salud, José María Arnal, la consejera de Sanidad, Sira Repollés, y el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, informan del fin de la pandemia. | Europa Press - EUROPA PRESS

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Aragón ha recuperado la situación previa a la declaración de la crisis sanitaria por la COVID-19 y quedan sin vigencia todas las medidas restrictivas que todavía estaban en vigor ya que ha decaído la normativa vinculada a la crisis sanitaria, de manera que deja de ser obligatorio el uso de mascarillas en los espacios donde todavía era preceptivo y desaparece la prohibición de fumar en terrazas.

Así lo ha explicado en rueda de prensa la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón en funciones, Sira Repollés, que ha comparecido junto con el director general de Salud Pública del Ejecutivo autonómico, Francisco Javier Falo, y el director gerente del Servicio Aragonés de Salud, José María Arnal.

«Ésta es la rueda de prensa que siempre habíamos querido dar desde el inicio», ha reconocido Repollés, momento que ha llegado, tras más de tres años de una crisis sanitaria «como antes no se había conocido». «Ahora podemos decir adiós a la pandemia», ha constatado.

Repollés ha recordado que fue el 11 de marzo de 2020 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que había una pandemia mundial y el 5 de mayo de este año cuando este mismo organismo ha determinado que la COVID «ya no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional».

En España, tras un Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del pasado 23 de junio que determinó, por unanimidad, que se podía declarar el fin de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, el Consejo de Ministro así lo ha declarado este martes, 4 de julio de 2023.

En estos algo más de tres años, en Aragón se han declarado 469.959 casos confirmados de COVID-19 y 5.304 fallecimientos por el virus. La consejera ha indicado que han sido los brotes en residencias los que han causado más exceso de mortalidad. Además, ha habido 28.003 ingresos hospitalarios y 1.366 en UCI.

Una ola más

La consejera ha recordado que la comunidad autónoma aragonesa ha sufrido una ola más que el resto de España, nueve en vez de ocho, por la llamada «ola de temporeros» que solo afectó a la zona oriental limítrofe con Cataluña, siendo estos dos territorios los únicos que la padecieron en el conjunto del país, en el verano de 2020, dos días después de iniciar en España la nueva normalidad, cuando se había llegado a la fase 1 de desescalada.

Repollés ha apuntado que esos meses de julio y agosto de 2020 supusieron "un compromiso severo del sistema sanitario, especialmente por el volumen de ocupación de las camas y de las UCIs, y hubo que aplicar medidas de confinamiento. En este punto, ha agradecido a la ciudadanía su comportamiento.

No obstante, fue en la primera ola, de marzo, «la que más compromisos supuso para nuestro sistema sanitario, tanto en ingresos convencionales, como en ingresos de UCI», además de que no se contaba con todo el material necesario, ha reconocido.

A pesar de esto, «nuestro sistema sanitario aguantó esta primera ola y aguantó la segunda ola» gracias a su «fortaleza» y «al sacrificio de los profesionales sanitarios», ha enfatizado Repollés.

También ha comentado que hubo olas posteriores con más casos registrados oficialmente, --con la cifra máxima el 9 de enero de 2022, con más de 8.600 declarados eses día--, pero el hecho de contar con la vacuna desde finales de diciembre de 2020 hizo que la repercusión para el sistema sanitario fuera menor.

«La ciencia y las vacunas son las que nos han sacado de esta situación», ha dicho Repollés, que ha precisado que Aragón fue la segunda comunidad en alcanzar al 70 por ciento de la población vacunada, porcentaje en el que se estima lograda la inmunidad de rebaño.

El 92,53% de los aragoneses ha recibido al menos una dosis, administrándose un total de 3.264.036, uno de los porcentajes más altos del mundo. Asimismo, se han emitido 1.787.451 certificados COVID, el 80 por ciento a través de Salud Informa.

126 normas

Aragón ha aprobado 126 iniciativas legislativas por la pandemia, entre las que destaca la Ley 3/2020, de 3 de diciembre, por la que se establece el régimen jurídico de alerta sanitaria para el control de la pandemia, que ahora ha decaído ya que su artículo 2 condicionaba su vigencia hasta que el Gobierno de España declarase la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, algo que sucedió este miércoles, 5 de julio, con la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la orden con la que se pone fin a esta declaración.

También decae, por este mismo motivo, la orden SAN/223/2022, de 8 de marzo, por la que se modifica la Orden SAN/20/2022, de 4 de febrero, de declaración del nivel de alerta sanitaria 1 y de levantamiento y modulación de las restricciones aplicables en las provincias de Huesca, Teruel y Zaragoza. Las dos últimas normas aprobadas por este motivo.

De este modo, se vuelve a la situación anterior a la crisis sanitaria y quedan sin vigencia todas las medidas que se establecieron en su momento: distancia de seguridad interpersonal, uso obligatorio de mascarilla en determinadas circunstancias y consumo de tabaco en espacios al aire libre.

Según establece la legislación nacional, se sigue manteniendo la recomendación del uso de mascarilla por personas sintomáticas cuando estén en espacios compartidos, los profesionales que atienden a casos sintomáticos, los trabajadores de UCI y de unidades con pacientes vulnerables, siguiendo las recomendaciones de los Servicios de Medicina Preventiva y Prevención de Riesgos Laborales de cada centro sanitario, y en las Urgencias hospitalarias o de Atención Primaria, incluida la sala de espera.

A partir de estas indicaciones, el Servicio Aragonés de Salud (Salud) está elaborando unas instrucciones que regularán estas prescripciones en todos los centros sanitarios, a la espera de la decisión final sobre el marco general que va a establecer la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial.

Infección respiratoria más

La COVID-19 va a tratarse a partir de ahora como una infección respiratoria más y se abandona la declaración individualizada. «Recuperamos el modelo de vigilancia de infecciones respiratorias, con la detección desde Atención Primaria y la red de médicos centinela», ha especificado el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo. Ha añadido que se espera que tenga más incidencia en otoño e invierno y para su control «la vacunación va a ser clave».

Por su parte, el gerente del Salud, José María Arnal, ha aclarado que se mantiene la reserva estratégica sanitaria para garantizar la disponibilidad y la óptima capacidad de producción de contramedidas en situaciones de crisis.

En el caso de Aragón esta reserva, ubicada en el almacén de la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza), contiene casi 2,5 millones de guantes, 2 millones de unidades de mascarillas o 344.000 batas protectoras.

El Gobierno de Aragón ha estimado que son cantidades suficientes para cubrir las necesidades del sistema sanitario más de dos meses, un periodo que se considera de referencia para el aprovisionamiento de estos productos.

Arnal también ha considerado que todos los recursos sanitarios y sociosanitarios «han dado el do de pecho». Durante la primera oleada se registraron las peores cifras en cuanto a hospitalización, con 167 enfermos a la vez en las UCI aragonesas y 949 pacientes en hospitalización convencional, un pico que no se llegó a alcanzar en ninguna de las ocho oleadas siguientes.

El sistema sanitario aragonés ha realizado, además, durante esta crisis un total de 1.491.324 PCR y 302.361 pruebas serológicas, así como 868.232 tests de antígenos.