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El Ayuntamiento de Calatayud sellará un acuerdo con el Instituto Aragonés de Cardioprotección por el cual la ciudad se incorpora al proyecto Aragón, Comunidad Autónoma Cardioprotegida.

Esa entidad se ha marcado la estrategia de reducir el número de fallecidos por parada cardiaca y muerte súbita en la región, mediante la detección y la asistencia rápida a las víctimas. Para ello persigue la creación de una Red Extrahospitalaria de Espacios Cardioprotegidos compuesta por al menos 13.000 lugares homologados.

Calatayud va a pasar a formar parte de esa Red incorporando desfibriladores (DEA) homologados y monitorizados, que en caso de emergencia alertan al 112. Esa es la primera línea de actuación, pero precisa de otra no menos importante y que pasa por la concienciación y la formación de los ciudadanos en la utilización de esos equipos.

El alcalde bilbilitano, José Manuel Aranda, ha explicado que «la incorporación de la ciudad al proyecto se va a desarrollar en varias fases». En un primer momento se instalarán DEAs en los siguientes cinco espacios deportivos. La Ciudad Deportiva, el polideportivo municipal, el campo de fútbol de Embid de la Ribera, el pabellón de San Antonio, y el campo de golf.

En base a ese convenio de colaboración, por el que el ayuntamiento aporta 10.000 euros, el Instituto Aragonés de Cardioprotección, se encargará además formar al personal encargado de estas instalaciones, así como a representantes y miembros de equipos deportivos de la ciudad. Serán aproximadamente unas 100 personas.

Los docentes poseen la capacitación profesional en Medicina, Enfermería o Técnico en Emergencias sanitarias, y preparan para realizar la Resucitación Cardiopulmonar Manual y para utilizar los desfibriladores. Esa formación será continuada y periódica. Podrá realizarse tanto en las aulas del Instituto como en las instalaciones del propio usuario.

Aranda ha destacado la intención del equipo de gobierno de ampliar la malla de espacios cardioprotegidos en la ciudad, "incluyendo otras
instalaciones deportivas, centros públicos y edificios municipales con otros usos".

El alcalde ha apuntado que la adhesión de Calatayud «comienza por los espacios deportivos al ser en estos donde por la intensidad física el riesgo puede ser mayor». Subrayaba también la importancia de sumarse a esta iniciativa, ya que "la rapidez en la atención a la víctima de una parada cardiaca es fundamental para
aumentar la supervivencia".

Según el Instituto Aragonés de Cardioprotección, en Aragón cada año 1.400 personas sufren una parada cardiaca y 900 de esos casos se
producen fuera de los centros sanitarios. Otro dato que advierte de la necesidad de difundir esta iniciativa es que la mitad de la población adulta no sabe identificar esta crisis ni sabe cómo actuar en esta situación.