El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, el cabeza de lista al Congreso por Bizkaia, Aitor Esteban, y otros candidatos y dirigentes jeltzales tras conocerse es escrutinio de votos de las elecciones generales | H.BILBAO-EUROPA PRESS

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El PNV ha insistido este lunes en su rechazo a negociar la investidura para hacer presidente del Gobierno al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, después de las apelaciones que los populares han dirigido a la formación jeltzale para que se avenga a reconsiderar su veto tras la renuncia de Vox a entrar en el Ejecutivo del Estado.

La formación dirigida por Andoni Ortuzar ha recordado, a través de las redes sociales, que el pasado 24 de julio, tras las elecciones generales, el Euzkadi Buru Batzar, la Ejecutiva del PNV, «fijó su posición con meridiana claridad» en contra de iniciar conversaciones para investir a Feijóo.

«Ante el intento de algunos actores políticos y mediáticos, tanto en Euskadi como en España, de construir una realidad alternativa, estimamos oportuno y conveniente refrescar su memoria», señalan a través de las redes sociales los jeltzales.

En este sentido, recuerdan la decisión que adoptó la dirección del PNV en la reunión que celebró en Sabin Etxea ese 24 de julio, y el comunicado que posteriormente hicieron público, en el que informaban de que Ortuzar había telefoneado esa noche al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo --quien había tratado de contactarle previamente a lo largo de esa jornada--, para trasladarle la negativa de su partido a iniciar conversaciones «de cara a facilitar su investidura como presidente del Gobierno español».

Durante las semanas anteriores, los máximos dirigentes jeltzales ya habían advertido, en reiteradas ocasiones, de que el PNV no entraría, «de ninguna manera», en la ecuación PP-Vox, sin referirse solo a que la formación de Santiago Abascal entrará en el Ejecutivo, sino también a que los populares se apoyaran en ella para gobernar.

La oposición de los jeltzales fue todavía más clara cuando, tras los comicios del 28 de mayo, el Partido Popular comenzó a «meter en las instituciones» en otras comunidades autónomas y ámbitos locales a Vox. «Ha cruzado una línea roja», aseguraron.