La sala del 1-1-2 en el Edificio Pignatelli. | GOBIERNO DE ARAGÓN

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El Gobierno de Aragón, a través de su Dirección General de Interior y Emergencias, sigue con su labor de mentalización del ES-Alert, también conocido como 1-1-2 inverso. Para avanzar en la divulgación y mentalización del método, estrenado a principios de este año, el Ejecutivo autonómico prepara nuevas pruebas para el mes de octubre.

Este sistema sirve para alertar a la población ante posibles situaciones de emergencia o catástrofe, han indicado desde el Gobierno de Aaragón.

«Queremos avanzar en la cultura de la autoprotección de las personas», ha explicado el director general de Interior del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Clavero, quien ha recalcado la importancia que tiene concienciar a la población de las posibilidades de este sistema que en Aragón se probó en noviembre de 2022 y en abril de 2023 en diferentes comarcas.

Fue en esos momentos cuando se impulsó su implantación mediante información y divulgación en los medios de comunicación, así como en las redes sociales. En la comunidad se ha utilizado por el momento en una ocasión, el 7 de julio, debido al riesgo importante de tormentas en las comarcas pirenaicas.

En España, la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, establece en su artículo 6 el derecho a la información de todos los ciudadanos acerca de los riesgos colectivos importantes que les afecten, las medidas previstas y adoptadas para hacerles frente y las conductas a seguir para prevenirlos.

Además, sostiene que dicha información habrá de proporcionarse tanto en caso de emergencia como, preventivamente, antes de que las situaciones de peligro lleguen a estar presentes.

A raíz de esta obligación y como demanda de los servicios de protección civil de las comunidades autónomas, en el año 2022 el Estado desarrolló el Sistema RAN-PWS (también llamado ES-Alert o 1-1-2 Inverso) como un componente de la Red de Alerta Nacional y cuyo objeto es enviar desde los servicios de Protección Civil y 1-1-2 alertas relevantes a la población que se encuentre en zonas afectadas, o que se prevea que puedan estarlo, por situaciones de emergencia o catástrofe.

Funcionamiento del sistema

El sistema consiste en un módulo central de gestión CBE ubicado y gestionado por el Ministerio del Interior. Desde los servicios de Protección Civil y 1-1-2 de las diferentes comunidades autónomas se accede al servidor central, se compone el mensaje a enviar a los ciudadanos y se determina la zona de envío del mensaje.

El mensaje se envía al servidor central en el Ministerio del Interior y desde ahí a las operadoras de telefonía móvil, quienes lo distribuyen a las celdas (repetidores) ubicados en la zona de envío. Desde los repetidores de telefonía se envía indiscriminadamente a todos los teléfonos móviles, tanto Android como iphone, que están bajo su influencia.

El aviso, que llega mediante un mensaje de texto, se recibe independientemente de si el terminal móvil tiene activado los datos o la ubicación, ya que es un servicio propio del teléfono. Claro que si el teléfono está apagado o en modo avión, el mensaje no se recibe.

En las pruebas realizadas en Aragón y el resto de comunidades, se estima que se recibe en un 75 por ciento de los terminales, ya que depende de la marca y modelo del teléfono, así como la versión de Android e iOS que lleva el dispositivo. El territorio en el cual se reciben las alertas puede diferir ligeramente del que se ha definido, puesto que la señal que emiten las antenas de telefonía móvil no se circunscribe a la zona exacta de alerta.

Los criterios de uso

Uno de los criterios para utilizar el sistema es el origen de una emergencia, que puede comprometer de manera inmediata la integridad física de las personas. Por ejemplo, un accidente químico con generación de nube tóxica; o bien una emergencia que, por su magnitud, puede afectar en las próximas horas a un territorio y con un alto grado de peligrosidad. Por ejemplo, una inundación fluvial como consecuencia del crecimiento de caudales y desbordamiento de cauces.

También ante situaciones de avisos de fenómenos atmosféricos adversos de alta probabilidad y gran peligrosidad (avisos meteorológicos rojos). Por ejemplo, situaciones de alta probabilidad de lluvias torrenciales en aviso rojo de AEMET.

O bien, casos en los que exista un riesgo potencial extraordinario por cualquier evento o situación que genere un alto peligro y de lugar a emergencias extraordinarias, y donde se valore la necesidad de un aviso masivo a la población de un territorio determinado de Aragón.