El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, en la IV Jornada de Finanzas Sostenibles en Bilbao. | Europa Press - EUROPA PRESS

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El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, ha afirmado que la sostenibilidad debe ser «la ruta inevitable, imprescindible y urgente» ante la actual crisis climática con «eventos climatológicos que alcanzan proporciones de tragedia» y ha hecho un llamamiento a actuar «sin más demoras» y asumir que la situación es de «emergencia» porque «no hay tiempo que perder».

Escotet ha realizado estas manifestaciones en Bilbao, donde ha participado en la IV Jornada sobre Finanzas Sostenibles organizada por Abanca Bankoa y APD. La apertura del acto ha contado también con la presencia del presidente de APD Zona Norte, Eduardo Junkera, y la presidenta de Cebek, Carolina Pérez Toledo.

En el transcurso del evento, el presidente de Abanca, ha destacado el compromiso de la entidad para promover la sostenibilidad y ha recordado que hace seis semanas en la Cumbre sobre la Ambición Climática, el secretario general de la Naciones Unidas, Antonio Guterres, formuló una «sonora advertencia» sobre los «presentes peligros que asolan a la humanidad».

Según ha destacado, en 2019 los científicos insistían en las «enormes consecuencias» de que la temperatura promedio global ascienda 1,5 grados y, cinco años más tarde, la alarma «ha cambiado» y su tono es «más resonante» porque los científicos de la ONU han elevado la cifra de riesgo a 2,8 grados, «justo en los días en los que transcurría el verano más caliente del que se tenga noticia en los últimos 120 años».

Juan Carlos Escotet ha afirmado que las amenazas de los últimos tiempos han dejado de serlo «para convertirse en eventos climáticos que alcanzan proporciones de tragedia». «Lo que procede aquí y ahora es o salir de la inacción o profundizar y hacer más eficiente el esfuerzo que ya se ha iniciado», ha agregado.

Según ha manifestado, se ha alcanzado ese línea de la realidad en la que nadie debería permanecer «acomodado en el mínimo esfuerzo o de brazos cruzados». Escotet ha indicado que la afirmación en la que coinciden los científicos de que «el futuro no está decidido» y que aún hay «margen para detener el rumbo del calentamiento global, no debe tranquilizar ni debe estimular la pasividad».

«Mucho menos conducirnos a pensar que podemos tomarnos las cosas de forma negligente. Al contrario, es imprescindible asumir sin más demoras que el contexto general es de emergencia y que, reconocidos los indicadores que nos dicen que las amenazas son cada día mayores, no hay tiempo que perder», ha advertido.

Crisis climática

Según ha apuntado, lo que está pasando con la crisis climática es que «no siempre quienes toman decisiones saben qué hacer» o «no se sienten interpelados por los hechos alarmantes que se narran en los medios de comunicación».

Escotet ha indicado que es como si la respuesta al calentamiento global fuese «una lucha de los científicos» o un asunto que concierne principalmente a los gobiernos o que basta con cumplir los deberes que reclama el marco legal para pasar la página y ya vendrán otros que se ocupan de la cuestión".

El presidente de Abanca ha recordado que cuando en 2019 organizaron las primera jornada sobre finanzas sostenibles, sabían que este evento no podía tener un carácter coyuntural y que necesariamente había que celebrar sucesivas ediciones.

Escotet ha indicado que puede desconcertar que una entidad financiera asuma esta cuestión como «una materia de su mayor interés», ya que se piensa, por ejemplo, que los asuntos del medio ambiente remiten a las industrias y que las organizaciones de servicio, en realidad, «poco» pueden contribuir «a cambiar la dinámica autodestructiva».

«Basta con que pensemos en que por su ubicación geográfica, en España, hay zonas que están bajo el riesgo real de sequías recurrentes. Basta solo ese factor para que sea evidente para cualquier ciudadano que no es posible esperar y que hay que actuar ahora. Porque si el asunto es que la sequía adquiere a categoría de fenómeno recurrente ya no estamos ante una caída coyuntural de la producción de algún sector agrícola o ganadero, sino frente a un problema complejo y prolongado de empobrecimiento de trabajadores, de familias, de comunidades enteras que no tardarán en pensar en emigrar», ha advertido.

El presidente de Abanca ha destacado, con este ejemplo, que hay una realidad que ya está ocurriendo y que «va engrosando el expediente de la llamada España vacía». Según ha indicado, está empezando a pasar -«todavía en una escala pequeña»- lo que en otras partes «tiene un carácter masivo» y, en concreto, se ha referido a la migración en países de Centroamérica o de África Central de «familias y pueblos enteros, cuyas vidas han sido arrasadas por una secuencia de largas temporadas de sequías que se alternan con inundaciones devastadoras, cuyo resultado no es otro que un cuadro irresoluble de hambre y de empobrecimiento».

En este sentido, ha afirmado que, si una tarea pueden asumir las organizaciones de servicio esa es la de «actuar como agentes sensibilizadores» no solo de las consecuencias que tendrá permanecer «como meros espectadores», sino de «la sostenibilidad como la búsqueda, como el camino, y la respuesta necesaria e ineludible que demandan los tiempos».

Juan Carlos Escotet ha recordado que en 2019 Abanca se constituyó en una organización pionera y fue parte del grupo inicial de 31 instituciones financieras de distintas partes del mundo que suscribieron los principios de banca responsable en la Organización de Naciones Unidas.

«Estos principios no son otra cosa que guías para la acción», ha indicado Escotet, que ha añadido que son deberes que han adquirido y que, «por convicción», se han obligado a garantizar. «Alineamiento, impacto y fijación de objetivos, clientes y usuarios, partes interesadas, gobernanza y cultura, y transparencia y responsabilidad», ha añadido.

Según ha agregado, hablan de estrategias comerciales, de la doble tarea de reducir el impacto negativo y aumentar el positivo, de hacer de la responsabilidad «el paradigma» de las relaciones con los clientes y los proveedores y de fijar las acciones y metas que «contribuyan a la prosperidad ahora y en los tiempos por venir».

Juan Carlos Escotet ha afirmado que esta jornada se produce cuando se está solo a ocho meses de que Abanca alcance los diez años desde que salió al mercado español y ha recordado que, desde el momento mismo de su lanzamiento, dejaron clara su voluntad de crecer y avanzar y que ese avance fuese «en la dirección de la sostenibilidad».

«Hacia esos objetivos están dirigidas nuestras políticas de intermediación, a prestar apoyo a los proyectos de transformación energética, a estimular las iniciativas que tengan como meta reducir las emisiones de CO2, a promover un marco de pensamiento en el que la sostenibilidad no es una opción, sino que sea la ruta inevitable, imprescindible y urgente a la que estamos obligados los profesionales, las organizaciones y todos aquellos que tienen la facultad en su mano de tomar decisiones destinadas a salvar las condiciones de vida de nuestro planeta», ha concluido.