Salida de la Audiencia Provincial de Juan Francisco Trujillo, exchófer del exdirector de Trabajo Francisco Javier Guerrero | María José López - Europa Press

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Durante el juicio que celebra la Audiencia de Sevilla sobre la pieza separada de la macrocausa de las ayudas autonómicas para expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos, correspondiente a los casi 1,5 millones concedidos por el que fuera director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero a su exchófer Juan Francisco Trujillo, un camello que suministraba drogas a este último ha reconocido que compró cuatro veces cocaína para el acusado, asegurando que el mismo le pagaba con «billetes de 500» euros y que incluso una vez le propuso viajar a Sudamérica para comprar estupefacientes.

Ello, no lo olvidemos, en un marco en el que durante la primera sesión del juicio, Juan Francisco Trujillo ratificaba el contenido de sus comparecencias en fase de instrucción, cuando manifestó que
con las ayudas por valor de 900.000 euros concedidas por decisión de la Dirección General de Trabajo a las empresas de su propiedad Lógica Estratégica Empresarial e Iniciativas Turísticas Sierra Morena, dio parte del dinero «en mano» al propio Guerrero, compró «material de telefonía, artículos de música, antigüedades y ropa» para su jefe y empleó «la mayor parte» de la cuantía en cocaína para los dos y en «ir de fiestas y de copas».

Al respecto, ha testificado en esta segunda sesión un «amigo» de Guerrero «desde pequeñito», de profesión cocinero, que tras quedar en paro recurrió al entonces director general de Trabajo, gracias a cuya «amistad», según ha dicho, fue contratado durante un año y medio por la consultora Vitalia Vida, que elaboraba para la Junta de Andalucía las pólizas de seguro de rentas financiadas irregularmente por el departamento de Guerrero.

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Cobrando por "hacer el tonto"

Este testigo ha reconocido que en Vitalia, además de cobrar, no hacía otra cosa que «el tonto», porque él no tenía «ni idea» del trabajo que desempeñaba dicha consultora, cuyo exdirectivo Antonio Albarracín figura también como acusado en este juicio.

En paralelo, el testigo ha manifestado que él era entonces «adicto a la cocaína» y que Juan Francisco Trujillo, chófer de Guerrero, recurrió a él en «tres ocasiones» que recuerda perfectamente, para comprar cantidades de «10, 15 o 20 gramos» de cocaína, reconociendo después que fueron cuatro esas ocasiones, tras precisar tal extremo la acusación popular que ejerce el PP andaluz.

"comprar droga" en sudamérica

Juan Francisco Trujillo, para quien la Fiscalía reclama 14 años de cárcel, 30 años de inhabilitación y el pago de una indemnización de 1.475.028 euros, le pagaba según sus palabras con «billetes de 500» euros e incluso en una ocasión le llegó «ofrecer dinero» para que viajase a sudamérica al objeto de «comprar droga» allí.

Las adquisiciones, según ha precisado, fueron siempre protagonizadas por Juan Francisco Trujillo, pues según su testimonio él nunca vio a comprar droga a Guerrero, fallecido en 2020 tras haber sido condenado por prevaricación y malversación en el mecanismo específico de financiación de los ERE fraudulentos y las ayudas arbitrarias con fondos autonómicos. Sí, presenció, según su relato, cómo Guerrero consumía drogas, extremo que este negó en sede judicial.