El cantante del grupo Zoo, Toni Sánchez, más conocido como Panxo, posa para Europa Press, en el Octubre Centre de Cultura Contemporània | Jorge Gil - Europa Press

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«No sabremos si habrá una oportunidad. Quién sabe, quizá en un futuro volvemos. No lo sé. Pero de momento no. No hay fecha ni intención», responde el cantante del grupo valenciano Zoo, Toni Sánchez, --más conocido como Panxo-, a la pregunta que llevan haciéndose todos sus seguidores desde que el pasado domingo el grupo anunciara, a través de un vídeo difundido en redes, que dirán «adéu» a los escenarios tras diez años «inmejorables».

Panxo asegura, en una entrevista concedida a Europa Press, que los integrantes de la banda gandiense querían «desconectarse del 'monet' (símbolo del grupo), o el 'monet' quiere desconectarse de nosotros». «El tiempo dirá, pero lo que sí sabíamos es que no queríamos parar ahora pensando que vamos a volver», reconoce, y sostiene que «normalmente cuando acabas un proyecto, si sabes que vas a volver, no lo acabas nunca, no lo abandonas»: Siempre estás pensando en calendario, en giras".

Afirma que, al acabar su tercer disco, 'Llepolies' (2021), comenzó a «sobrevolar la idea» de abandonar los escenarios y, durante estos tres años, han tenido tiempo para «consolidarla». «Ahora mismo, necesitábamos parar, porque el grupo ha tocado techo artísticamente. El tercer disco fue un poco la culminación de un proceso y hacer ahora otro disco nos hubiera supuesto empeorar lo habido hasta ahora», defiende.

Tras el anuncio de su despedida, afirma que están «muy bien, tranquilos con esta decisión honesta, tomada desde el amor y el cariño, sin que haya habido ningún conflicto ni nada», aunque admite que se encuentran «un poco removidos por la reacción de la gente». "En el 99% de los casos la reacción ha sido de agradecimiento y respeto; hemos recibido mensajes muy bonitos de los seguidores y de nuestra gente más cercana, que nos entiende y nos apoya.

Zoo abandonará los escenarios con una gira de 11 conciertos -con final en Gandia (Valencia)- y después de publicar una última canción, 'Epíleg'. Su vocalista asevera que «de momento» no tienen pensado dar anunciar otras fechas o sacar un nuevo tema. «Esta mañana venía pensando si haríamos otra cosa más de aquí a julio, y la verdad es que no me apetecía mucho y creo que se ha quedado todo ya muy redondo», expresa, y señala que una productora externa está preparando un documental sobre los 10 años del grupo.

Esta gira, en la que harán un «recorrido por las canciones más representativas o que más han llegado y que más nos gusta tocar a nosotros», la afrontan con el objetivo de «disfrutar mucho y recoger los frutos de un trabajo bien hecho». «Estamos muy tranquilos (...), con el trabajo muy encarrilado y la enfocamos desde la serenidad», destaca, aunque añade que los mensajes de los últimos días suman una «carga emocional brutal», «un poco de pena y nostalgia» y «sin presión»: «Presión, no, porque el trabajo está hecho y, además, como nos vamos, si algo sale mal, no pasa nada», bromea.

"hemos hecho lo que nos gusta"

Preguntado por cuál es su balance de estos diez años, no duda en calificarlo de «inmejorable»: «Hemos hecho lo que nos gusta, hemos construido un proyecto que a nivel personal ha sido precioso. Ha acabado muy bien y a medida que ha ido creciendo nos ha ido uniendo cada vez más, en lugar de, como a veces ocurre en otros proyectos, va creando tensiones, a nosotros al revés».

Reconoce que han tenido «mucha suerte», por lo que «cualquier banda soñaría con tener una trayectoria» como la suya y disfrutar de diez años «en los que casi todo el tiempo ha sido disfrute». Subraya que «lo que más» echará de menos son los «momentos bonitos» con el grupo. «Y lo que menos, todo el trabajo que hay que hacer durante todo el año. La gente ve lo de fuera pero detrás siempre hay una dedicación y un sacrificio, un trabajo que al principio no sabes porque lo que quieres es tocar, es cantar, es ser artista o ser músico, y no te apetece o no creías que fueras a tener que estar aprendiendo fiscalidad», apostilla.

No obstante, recalca que, «más allá de eso», la música es su «pasión» y es «muy difícil» que «deje de tener ganas de disfrutar haciendo música». «Me juntaré con cuatro amiguetes del pueblo y tocaré la guitarra sin más pretensión que disfrutar en el local, bebernos unas cervezas y disfrutar de la música sin nombre de proyecto», dice.

"no hemos podido digerir"

Panxo expone que «no ha sido hasta estos días», cuando ha recibido «el 'feedback' de tanta gente», que ha «tomado conciencia» sobre «todas las cosas conseguidas». «Hasta ahora no me he detenido a mirar. Como yo estaba tan dentro, para mí lo del Wizink fue todo un año trabajando para eso y fue la hostia, pero creo que dentro de unos meses o unos años, cuando lo vea, la sensación será todavía mucho mayor», explica, e insiste en que no han podido «digerir muchas de las cosas que han pasado en estos diez años». «Ahora vamos a empezar a hacerlo», agrega.

En este sentido, asegura que «no le importa demasiado» cómo serán recordados, y apunta que prefiere que «la gente tenga un recuerdo bonito de lo que fue el proyecto». «Estamos muy agradecidos por las palabras que nos dicen, y una frase que siempre decimos en la furgoneta es que nos gustaría que se nos recuerde como gente normal; es lo que hemos sido y lo que queremos ser también a partir de ahora», manifiesta.

"mi mamá duerma en su casa"

Ante las críticas por programar varios conciertos en festivales, declara que entiende «esa decepción de algunos seguidores de que la banda no organice un concierto más autónomo y especial». «En tres años, hemos hecho tres giras donde nos hemos centrado en conciertos de producción propia, encargándonos de toda la organización del evento, y los últimos seis meses del grupo, no queríamos pasárnoslos con esa carga, porque al final somos una banda y no una promotora de conciertos», desarrolla.

Por este motivo, recalca que para «disfrutar de las últimas fechas» decidieron que «lo mejor era vender esos conciertos a un promotor que los pague». «Yo puedo entender a la gente que lo ve de la otra manera, pero muchas veces se desconoce todo ese trabajo que hay detrás y, en cualquier caso, es una decisión nuestra que guste más o menos, nosotros la hemos hecho desde el corazón», apunta.

Se despedirán en el Pirata Beach Festival de Gandia -«nuestro centro de trabajo»--, para que, tanto los integrantes del grupo como sus familiares y amigos, puedan «dormir en sus casas». «No me apetecía que mi madre tuviera que coger un tren a Madrid o Barcelona para verme. Yo quiero que mi mamá venga a ver el concierto y duerma en su casa», argumenta, y concluye que es una forma de «cerrar el círculo de los diez años»: «Empezamos en Gandia y cerramos en Gandia, y todos contentos, o casi todos».

"la gente se cansa de la carretera"

Sobre la retirada de otros grupos de música en valenciano como El Diluvi, Smoking Souls y Xavi Sarrià, remarca que «los proyectos se agotan porque se acaban las ideas o las ganas», al tiempo que añade que «suele ser común que la gente se canse de la carretera, la nocturnidad o la difícil conciliación con la família».

«Llevo ya muchos años viendo como cada vez que algún grupo está un poquito más arriba y tiene repercusión decide abandonar, pero siempre aparece un proyecto nuevo que arrastra gente», reivindica y defiende que «la escena no ha dejado de crecer estos últimos años». «Hay una generación muy buena que viene pegando fuerte y que estilísticamente se ha abierto un montón», valora y pone de ejemplo a Sandra Monfort, quien plantea que, «con su talento y personalidad brutal, tendrá que cargar con la responsabilidad de recoger el relevo».

Panxo alerta de que en el panorama actual de música en valenciano «puede haber un cambio» porque «ha llegado esta gente aquí a la Generalitat», refiriéndose al Consell formado por PP y Vox. No obstante, matiza que «es un campo de batalla en el que, por suerte o por desgracia, los grupos están acostumbrados a vivir y sabrán hacerlo bien».