La concejala delegada de Seguridad Vial, Ruth Bravo, y el consejero municipal de Presidencia, Relaciones Institucionales y Seguridad Ciudadana, Ángel Lorén. | Europa Press - EUROPA PRESS

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El Ayuntamiento de Zaragoza iniciará este mes de febrero el proceso participativo para la elaboración del Plan de Seguridad Vial, que contará con la implicación de más de 80 colectivos y expertos, con el objetivo de que la capital aragonesa no solamente siga siendo «la segunda ciudad en calidad de vida», sino también «la ciudad más segura de España».

Así lo ha manifestado este miércoles en rueda de prensa el consejero municipal de Presidencia, Relaciones Institucionales y Seguridad Ciudadana, Ángel Lorén, quien ha recordado que «por primera vez» Zaragoza va a tener un plan de seguridad vial, que es una herramienta «importantísima», y ha preguntado a los grupos de la izquierda por qué hasta ahora no lo ha tenido.

El plan, ha continuado, pretende dar voz a todos los grupos, expertos y todos aquellos que tienen «algo que decir» para que Zaragoza siga siendo «la ciudad más segura».

«Tenemos experiencia en procesos participativos», ha reiterado Lorén, quien ha puesto como ejemplo la Ordenanza de Accesibilidad, que salió adelante el año pasado sin ningún voto en contra.

Por su parte, la concejala delegada de Seguridad Vial, Ruth Bravo, ha afirmado que el proceso participativo será «ambicioso» con el objetivo de recabar el conocimiento de cada uno de los agentes y buscar «el mayor consenso».

Formato del proceso participativo

Así, se crearán tres grupos especiales: uno sobre personas con movilidad reducida y peatones, otro sobre vehículos vulnerables --como bicicletas o patinetes-- y otro sobre vehículos relacionados con el ámbito laboral.

La cooperativa de iniciativa social Atelier de Ideas se encargará de la dinamización del proceso, tras resultar adjudicataria en el procedimiento abierto por concurrencia competitiva.

Entre los agentes que participarán en el proceso hay técnicos municipales, Policía Local, docentes universitarios, asociaciones de peritos y centros de investigación de accidentes.

Del mismo modo, estarán presentes asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico, personal de atención a víctimas, colectivos defensores de la movilidad peatonal, de ciclistas y de usuarios de los vehículos de movilidad personal, transportistas, taxistas, conductores de ambulancia, asociaciones vecinales, sindicatos, aseguradoras, entidades de personas con discapacidad, colegios profesionales y personas vinculadas con la salud pública.

Cifras de siniestralidad

Lorén y Bravo han aprovechado la rueda de prensa para dar cuenta de las cifras de siniestralidad vial de Zaragoza, que la dejan «muy lejos» de otras grandes ciudades, con 423 accidentes por cada 100.000 habitantes en 2023--la mitad que otras urbes como Valencia--.

Teniendo en cuenta el número de accidentes en función de los vehículos, la capital aragonesa presenta las segundas mejores cifras, con 796 accidentes por cada 100.000 vehículos-- sólo por detrás de Barcelona.

En cuanto a víctimas, con 172,21 por cada 100.000 habitantes, la siniestralidad está muy por debajo del resto de grandes ciudades, frente a los 654,86 de Málaga o los 509,96 de Barcelona.

«Las cifras son clarísimas», ha afirmado Ángel Lorén, quien ha reprochado a la oposición que utilice las cifras «en negativo» para acusar a la ciudad de ser «lo que no ha sido nunca».

Así, de los 5.176 accidentes producidos en 2023, se ha pasado a 2.946 en 2023, con 1.104 víctimas, lo que significa un descenso del 43% en el número de accidentes y de un 27% en el de víctimas.

El consejero ha considerado que la siniestralidad se ha reducido por la aplicación de medidas de sensibilización, de medidas directas y por decisiones políticas para ser una ciudad accesible y «la mejor en calidad de vida».

A ello ha sumado el incremento de policías locales en las calles y la apuesta por la educación vial, ha indicado, a la vez que ha vuelto a emplazar a los grupos de la oposición a tratar este asunto «con delicadeza y responsabilidad».

El 60% de los peatones atropellados respetaban las normas

En cuanto a uno de los datos que más preocupan, el de los atropellos, suponen el 19% de las víctimas y concentran el mayor número de fallecidos, una tercera parte de ellos son personas mayores de 65 años.

De ellos, el 60% respetaba las normas de tráfico en el momento del atropello y el 36% de los siniestros se ha producido en pasos de cebra sin semáforos, con preferencia para el peatón.

Por otro lado, la movilidad personal irrumpe con fuerza ya que se ha duplicado prácticamente su uso desde 2018, con los patinetes representando ya la mitad de los desplazamientos en vehículos de movilidad personal (VMP) y la bicicleta en cifras similares. La siniestralidad en estos casos aumenta con el incremento de usos, aunque en el último año se ha registrado «un ligero descenso», ha señalado Bravo. Los accidentes se concentran especialmente entre los usuarios de 21 a 30 años.

En cuanto a las causas que están detrás de los accidentes, los informes policiales indican que las infracciones son el factor más probable --96,8% de los casos--, pero en la mayoría de los casos confluyen varias circunstancias, entre ellas el exceso de velocidad, que es la principal causa de muerte o heridas graves en caso de atropello.

Medidas paralelas

En paralelo a la elaboración del diagnóstico, el Ayuntamiento continúa adoptando diferentes iniciativas que ayuden a reducir los accidentes, especialmente los atropellos, como la mejora de la visibilidad en 300 pasos de peatones o la balización de otros 17 en el trazado del tranvía.

Del mismo modo, la renovación de las flotas del autobús urbano y de la limpieza pública que está llevando a cabo el Ayuntamiento ha permitido incorporar la tecnología 'Mobileeye' en los nuevos vehículos, que alerta al conductor de la presencia de viandantes u otros medios de transporte.

En la misma línea, se han creado carriles sinuosos para obligar a los vehículos a reducir la velocidad --calles Predicadores, Félix Latassa o Belchite-- se han elevado al mismo nivel de la acera en reformas como la de la calle Osa Mayor o la segunda fase de la avenida de Navarra.

Otra de las líneas de actuación son las medidas de pacificación del tráfico, que se han aplicado en barrios como Oliver, San José, Universidad, Valdespartera o Rosales del Canal. En total, se han añadido 357 kilómetros de carriles «calmados» en los últimos cinco años.

Ruth Bravo ha concluido diciendo que «la demagogia en la seguridad vial es también una imprudencia y tenemos que atajarla», en referencia a las críticas de la oposición. Así, el Plan de Seguridad Vial incluye un estudio «detallado» y una «visión de ciudad» que quieren plasmar en el documento final.