Estado de la vía anegada. | PABLO BLANQUET

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La carretera A-1107, que une Pina con la N-232, ha reabierto al tráfico este domingo, tras dos días en los que el agua ha cubierto la vía por la crecida del Ebro.

El alcalde de Pina de Ebro, Pablo Blanquet, ha explicado, en declaraciones a Europa Press, que la reapertura al tráfico se ha producido después de que el personal de Carreteras haya analizado el estado de la vía, comprobado las posibles afecciones y limpiado de sedimentos.

Acerca del balance de los daños que ha causado esta crecida del Ebro, Blanquet ha apuntado que se han calculado unas 300 hectáreas afectadas por las inundaciones, pero hasta que no desaparezca el agua no se podrá precisar. En función del tipo de cultivo, ha añadido, los daños se podrán recuperar o no.

Blanquet ha defendido que esta riada debería considerarse «extraordinaria» por las afecciones que ha causado en la provincia de Zaragoza, argumentando que la calificación de estas avenidas no debería depender tanto de los metros cúbicos por segundo que alcanza el caudal, sino de los daños que provoca.

Ha informado de que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) evaluará las mediciones recabadas en distintos puntos afectados por la riada para decidir si se trata de una avenida ordinaria o extraordinaria, algo que, previsiblemente, se producirá esta semana.

En la actualidad, la estación de aforo de Zaragoza ciudad, que es la última referencia en la provincia zaragozana, registra un caudal de 964 metros cúbicos por segundo y una altura de 3,14 metros; mientras que en el pico máximo de la crecida --entre las 13.00 y las 14.15 horas este viernes-- tenía 1.633 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,51 metros.