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ANA LARGO

Después de meses calibrando las posibles repercusiones del Atiarfoc sobre los bienes patrimoniales de Ciutat -con el propósito de protegerlos-, ya se ha diseñado la nueva edición de este espectáculo que organiza el Ajuntament de Palma con motivo de las fiestas de Sant Sebastià. Palma se teñirá de nuevo de luz roja porque el Atiarfoc volverá a desfilar por sus calles el próximo 25 de enero.

Tras recibir el visto bueno con prescripciones de la Ponència de Patrimoni, el guión del montaje cuenta con la aprobación de la consellera insular de Cultura, Joana Lluïsa Mascaró, después de que éste se ajustará a las recomendaciones de ruido presentadas en el estudio de la empresa Avalua. Cabe señalar que, en virtud de la potestad que le otorga la ley, la titular de Cultura puede resolver expedientes con carácter de urgencia. Aun así, el 23 de enero el espectáculo se presentará a la Comissió de Patrimoni.

No habrá detonaciones en altura y los artefactos pirotécnicos se ubicarán dentro de la distancia de seguridad. Además, se controlará la potencia y la dirección del sonido para que no repercuta sobre la Seu.

Bestias, demonios, música y juegos de luces cobrarán este año todo el protagonismo. De este modo, la coreografía de fuegos artificiales con explosiones en altura del año pasado no volverá a repetirse, pero sí habrá a ras de suelo en la zona de la Seu, en el paseo de viandantes situado bajo la muralla y en el Parc de la Mar. Pese a todo, el informe de los técnicos de Patrimoni recoge que si a causa del espectáculo algún elemento BIC o con valor patrimonial se viera afectado, se realizarían las intervenciones pertinentes para recuperar su estado.

Con recorridos y puntos de partida diferentes, el correfoc arrancará con dos desfiles en los que participarán más de 1.300 personas. Éstos estarán protagonizados por bestias de fuego y grupos de demonios que irán acompañados por tamborileros. El montaje continuará sobre la muralla, donde se desarrollará una escenificación teatral y musical en la que se utilizarán antorchas, bengalas y pequeños incendios. Una voz solista dará paso al encendido de la Seu, integrando al monumento en el espectáculo. Otros edificios de Ciutat, como La Misericòrdia, el Teatre Principal, el Gran Hotel o el Castell de Bellver, serán iluminados durante el circuito.

El Atiarfoc 2009, que ha contado con un presupuesto de 398.000 euros, finalizará junto al lago del Parc de la Mar, donde comenzará el espectáculo piromusical y se instalarán pantallas gigantes para poder seguirlo. Se apagarán las luces de la Seu y bajará el telón.