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ANA LARGO

Joan Font (Petra, 1961) afronta «contento» esta nueva etapa como conseller de Cultura i Patrimoni del Consell de Mallorca después de la salida de Joana Lluïsa Mascaró del departamento. Sobre la gestión de su antecesora Font subraya: «Ha dejado el listón bien alto». Dice contar con «un gran equipo» y, aunque todavía tiene que ponerse al día en algunos asuntos, asegura una línea continuista con el trabajo desempeñado por la ahora portavoz del Bloc en el Consell. ¿Proyetos nuevos? Reconoce que «no sería fácil» y que «la cultura no está hecha de grandes proyectos»

-En esta legislatura, Cultura ha estado marcada por los cambios; en el Ministerio, el Govern y, ahora, en el Consell. Estos movimientos no benefician para nada...

-En tiempos de crisis económica, parece, aunque personalmente creo que no es así, que hay cosas más prioritarias que la cultura. Hay temas que, evidentemente, deben ser de prioridad para cualquier gobierno, pero la cultura también lo tiene que ser. Todos los cambios vienen porque algunos compromisos, dado el recorte de presupuestos, no se podrán cumplir.

-Continúa dentro de los gobiernos esa imagen de la cultura como asunto menor.

-Esto es algo que estamos empezando a cambiar. Los políticos se están dando cuenta de esta realidad. Por descontado, considero que la cultura es básica y tan importante como cualquier otro servicio mínimo para el ciudadano.

-Llega prácticamente para un año y medio, ¿en qué va a centrar sus esfuerzos?

-Todo lo que está en marcha continuará. Pero temas como el catálogo de patrimonio de los ayuntamientos debe ser un objetivo prioritario porque es imprescindible para que se puedan adaptar al plan territorial o hacer cualquier modificación urbanística, y también para conseguir que todos los ayuntamientos de Mallorca tengan todo su patrimonio protegido. Además lo son, entre otros, los programas de normalización lingüística y los proyectos del Centro de fotografía Toni Catany o la Casa Museu Blai Bonet, de la que ya tenemos el proyecto.

-¿Deberán descartar otros asuntos?

-De partida yo no descartaría nada. Estamos hablando ahora de reducción de presupuestos, habrá reestructuración y se deberán optimar los recursos. Cualquier empresa se tiene que reestructurar en este momento de falta de recursos. Lo que es seguro es que en algunas cosas se deberá bajar la intensidad.

-Mascaró fue muy criticada por la situación del Teatre Principal. ¿Cómo se enfrentará usted de ellas?

-Nadie puede decir nada de la programación del último año del teatro, Joan Arrom ha hecho un gran trabajo y tiene toda mi confianza. El Teatre Principal es un monstruo con una herencia detrás. Aquí, sin ninguna duda, habrá recorte presupuestario y prácticamente es definitivo. Arrastra un déficit de un millón de euros que tendremos que afrontar en tres años con la reducción presupuestaria del resto de partidas. Lo evidente es que habrá una reestructuración y ésta pasa por el estudio de los recursos, no sólo económicos sino también humanos.

-¿Quiere decir que tendrán que prescindir de empleados?

-Interprétalo cómo quieras.

-Les han pedido muchas explicaciones por el déficit...

-El déficit de 2008 se aprobó con la previsión de que lo habría. Fue aprobado por todos, incluso por el Partido Popular que está en el patronato de la fundación. Si el PP cree que criticar al Principal por una cosa que ellos han aprobado es una buena forma de hacer política es su problema.

-Hay temas pendientes como la Llei de Museus y el Plan de bibliotecas. ¿En qué punto se encuentran?

-Estamos trabajando en ello. El plan de bibliotecas está prácticamente listo, pero estamos pendientes del reglamento de bibliotecas al que el plan debe adaptarse.

-La campaña arqueológica del verano tuvo problemas este año por el retraso en la convocatoria de subvenciones. ¿Han tomado nota que el próximo no ocurra lo mismo?

-Sí. Este año lo que sí se hizo fue sacar una convocatoria pública para que todo el mundo tuviera opciones. Otro asunto relacionado con la subvenciones sería la agilización de los pagos, que es un problema crónico de la administración del Consell. Haré lo que pueda para que se solvente porque lo ideal sería que se pagarán en tres o cuatro meses.

-Hay acuerdos pendientes con el Govern en la reubicación de Son Rossinyol en Son Tous o la puesta en marcha de la carta arqueológica subacuática.

-Es cierto que son temas por resolver y nuestra voluntad es hacerlo.