Empieza la reforma de las cubiertas de la Cartoixa, donde ya se han empezado a instalar los andamios y las casetas de obra. | ultimahora.es

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Los andamios han llegado esta misma semana, por fin, a la iglesia de la Cartoixa de Valldemossa y al resto de dependencias que pertenecen al Obispado, que en los próximos meses se desprenderá de la deteriorada cubierta que durante años ha provocado, por los efectos de la lluvia y del viento, la degradación del edificio y del patrimonio artístico que contiene

El proyecto de rehabilitación, elaborado por Sebastià Gamundí y presupuestado en 440.000 euros, cuenta con una subvención de la Conselleria de Habitatge i Obres Públiques de 200.000; el resto lo aporta el Bisbat de Mallorca.

Aunque parecía que la reforma no llegaría ya hasta el próximo verano, las obras han comenzado y, en principio, tendrían que finalizar en el mes de febrero. «Será difícil cumplir los plazos que marca la subvención. La obra debe terminar doce meses después de que se haya concedido la ayuda, pero tuvimos que esperar a que Patrimoni diera la conformidad al proyecto. Pedimos una prórroga y ahora debe terminar en febrero, pero dependerá de la meteorología», comentó el aparejador diocesano, Bartomeu Bennàssar, quien detalló que, precisamente por el tiempo de la zona en invierno (lluvia, viento y nieve), el proceso de cambio de cubierta será muy cuidadoso. Así, «al mismo que tiempo que se abre, se irá cerrando» para no provocar males mayores.

Sobre las fachadas interiores del conjunto monumental pueden verse subir los andamios. Una vez los operarios alcancen la cima, comenzará el saneamiento. El proyecto contempla que se rehabiliten y cambien las vigas deterioradas, se cambien las bovedillas que están en mal estado y se impermeabilicen, se cosan las grietas, se arreglen los ventanales y se cambien las tejas árabes que están rotas. «Se va a tratar de conservar todo lo que se pueda al máximo», detalló Bennàssar, quien apuntó que en este proyecto también se incluye la rehabilitación de una de las torres.

Todo servirá para poner fin al peor enemigo que ha tenido este monumento Bien de Interés Cultural (BIC), el segundo más visitado de Mallorca, una cubierta cuya degradación estaba ocasionando que la Cartoixa se convirtiera en una ruina.