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«Una mujer obsesionada por el amor a su marido». Así define Joan Ramón Balcells, el director de Morgana Teatro, al personaje de Juana la Loca, reina de Castilla, la protagonista del montaje que la compañía estrenará el próximo martes en la Sala Mozart del Auditòrium, donde permanecerá hasta el próximo domingo.


Ballcells explica que su Juana la Loca «está basada en la versión de Tamayo y Baus, del siglo XIX, un autor contemporáneo de Zorrilla, así que su visión del personaje es bastante romántica». A este director experto en clásicos, y a quien lo que más le gusta son «los personajes femeninos», le interesaba destacar que «Juana no estaba loca de atar, como hicieron creer su padre, [el rey Fernando el Católico] y su hijo [el emperador Carlos V], sino que era una mujer obsesionada por el amor hacia su esposo, Felipe El Hermoso, y no sabía dónde se metía cuando se casó con él». Juana procedía de «una corte muy religiosa y austera», mientras que el mundo de Felipe, que venía de Flandes, era «de lujo y ostentación, donde la infidelidad era habitual, como en el resto de Europa».
Amor e intriga política entretejen esta trama histórica sobre unos acontecimientos que transcurrieron en el siglo XV y que llevaron a una mujer, «incomprendida» tanto por españoles como por holandeses, al destierro en la fría Tordesillas, «cerca de donde estaba enterrado su marido». La obra ha requerido de los actores un trabajo «duro» no de sólo para entrar en sus personajes, «sino de comprender la época en que vivieron». Son: Caterina Rosselló, que encarna a Juana; Virginia Quetglas, Nando Torres y Juan E. Ramón.