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«Repetimos en la feria porque el año pasado nos salió bien la apuesta de viajar a Madrid. En el primer día, ya apalabramos la venta de varias obras de Robert Ferrer ( Cicles ), que en la pasada edición se vendió bastante bien». Lo explica el director de Addaya Centre d'Art Contemporani, de Alaró, Tomeu Simonet, quien añade que, como novedad, destaca la presentación en JustMad3 (16-19 febrero) del libro Memento mori , de los fotógrafos Paco y Manolo y el dibujante Sito Mújica, con instantáneas obtenidas en lugares como Ca'n Marqués, Ciudad Jardín, nidos de ametralladora y paisajes naturales de la Isla.

Quien acude a la capital madrileña a probar suerte es Óscar Florit, director de la jovencísima galería Louis 21 de Palma. «Hemos venidos a hacer promoción de la galería y de nuestros artistas. El objetivo principal no es vender, sino darnos a conocer. Aunque es el primer día, me voy satisfecho porque hay gente, entre ellos una fundación, que se ha interesado por las piezas que exhibimos», afirmó el jueves. «En España hay un problema que no sucede en otros países y es que aquí la gente acuden masivamente a ARCO cuando los artistas que dentro de cinco años expondrán allí están ahora en ferias como JustMad3».

Al igual que Simonet, Florit -que exhibe a los artistas Kepa Garraza, Javier Calleja y Álvaro Gil- se lamentó de que el Institut d'Estudis Baleàrics no haya incluido en su catálogo promocional de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO) a las galerías presentes en JustMad3 y en ArtMadrid.

Este año la apuesta más arriesgada es la de la galería palmesano-londinense La Caja Blanca, dirigida por Eva, Alia y Amir Shakouri, con tres instalaciones en esta feria que se celebra en el párking subterráneo del Hotel Silken Puerta América. Además del espacio ferial, con obras de Noa Lidor, muestra videomontajes en la Suite 808 y en el hall de la Planta 7. En el primero, se ve el trabajo de tres meses de Federico Acal, que filmó más de 400 horas desde varios faros de Mallorca en un trabajo titulado Lighthouse a silence landscape y, en el segundo, las obras casi clandestinas de la fotógrafa iraní Newsha Tavakolian, tituladas Listen .