Los actores Arturo Fernández, Sonia Castelo y Carlos Manuel Díaz posaron ayer frente al Auditòrium de Palma. n FOTO: JAUME MOREY

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Con zapatos, pantalones, camisa y jersey, todo a juego, apareció con un porte característico Arturo Fernández, el galán español por excelencia, y se presentó con un «buenas tardes 'chatines'». A su lado estaban Sonia Castelo y Carlos Manuel Díaz, actores a quienes dirige y junto a los que actúa en Los hombres no mienten, una obra que se estrenó el lunes y que se podrá ver hasta el 3 de febrero -hoy a las 21.00- en el Auditòrium de Palma.

Pero, ¿qué es un galán? Al respecto Castelo opinó: «Es una persona que tiene una elegancia natural, que se mueve de una manera difícil de aprender y que puede decir tacos sin caer en lo burdo o lo descortés, tres características que tiene Arturo [Fernández]». Sobre esto último, el actor aseguró que «es propio de los buenos intérpretes de comedia, porque en unos el taco suena mal y en otros produce risas». Fernández consideró que hoy en día en el teatro existe «mucha vulgaridad y chabacanería» que busca «la carcajada fácil y grosera», algo de lo que sus funciones «se apartan».

Comedia y drama

Los hombres no mienten es, según Carlos Manuel Díaz, «un trozo de la vida real de tres personas puestas sobre un escenario», por este motivo «el público se implica en seguida con las situaciones» y, además, siempre resultan «divertidos» los cuernos ajenos, aunque reconoció que los diálogos son «muy vivos, muy fugaces, y van soltando verdades como castillos». Como dijo Fernández, «es una comedia terriblemente dramática», porque «¿no es dramático que el hombre descubra que su mujer le es infiel? ¿No es dramático que la mujer descubra que su marido la engaña?» se pregunta el actor. «Tratamos la infidelidad, el compañerismo, el amor verdadero y la lealtad», reveló Castelo, quien puntualizó que «los tres personajes engañan, mienten y enredan para buscar un conflicto y un objetivo final» y añadió que «el público se ríe todo el rato, pero después piensa».

Sobre los personajes, Arturo Fernández bromeó con que el suyo, Pablo, es «Arturo Fernández y basta», aunque añadió: «Adapto siempre mis personajes a mi forma y mi manera de ser». Castelo encarna a Silvia, la mujer de Pablo, y la actriz reconoce que «se quieren con verdadera pasión y entrega, motivo por el que se perdonan muchas cosas. Para Silvia lo peor de una infidelidad no es la infidelidad en sí misma, sino la falta de lealtad. Las mentiras. Y de eso habla la obra con una inteligencia digna de mención».

Por su parte, Carlos Manuel Díaz es Luis, «fundamentalmente honesto consigo mismo y con la vida, es una persona que pretende ser sincero en todos sus actos. Es el contrapunto de Pablo». «Son tres piezas que se mueven en triángulos concéntricos, pero uno al rededor del otro», concluyó Castelo.

Los hombres no mienten. Hasta el 3 de febrero. De Martes a viernes: 21.00. Sábados: 18.00 y 21.00. Domingos: 18.00. Auditòrium de Palma.