Miquel Deyà, quinto por la izquierda, posó el año pasado con los graduados de la Esadib. | M. Joy

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La posibilidad de que la Escola d'Art Dramàtic de les Illes Balears (Esadib) tenga que dejar en un corto plazo de tiempo su sede de la calle Morer de Palma está causando «preocupación» entre profesorado y alumnos. La Conselleria d'Educació i Cultura estudia todavía qué puede hacer para tratar de ahorrarse, de cara al próximo curso, los 6.000 euros que destina mensualmente al alquiler del espacio. Mientras llega la decisión, previsiblemente antes de que finalice abril, el director de la Esadib, Miquel Fullana, opina que «cualquier cambio en un centro siempre es traumático». Aún más si el traslado del suyo apunta hacia otro, «saturado», como es el Conservatori, donde conviven el Superior, Professional y Elemental.

Aunque el director general de Universidades, Miquel Deyà, asegura que la decisión no está tomada, parece que la opción del Conservatori cobraría fuerza si «se consiguiera disponer de un aula adaptada para que puedan, durante todo el día, desarrollar sus asignaturas prácticas», apunta. De no ser así, Deyà señala otros edificios de la Administración, aunque «si el coste de adecuación de otro espacio va a ser grande, más vale que se quede todo como está. Hay que examinar todas las posibilidades», reflexiona. Sobre el edificio del Conservatori reconoció que «hay que racionalizar sus usos», «tenemos un Conservatori Professional superdotado de alumnos y un Elemental ubicado en un lugar que no es el idóneo».

A los problemas de espacio de la Esadib, de los que se habla desde hace años, se une ahora «la necesidad de racionalizar el gasto» por parte de las instituciones. Pero Fullana recuerda que «éste es el espacio para la escuela, está creado para la escuela», y reconoce que le intranquilizaría que el cambio fuera a un lugar «en el que no se pudiera desarrollar el plan de estudios. Yo soy el director académico, me encargo del plan docente y de los espacios que necesito para desarrollarlo. El resto de decisiones no dependen de mí, no es mi trabajo». Al respecto, el director general de Universidades garantizó que «el aspecto docente no se verá afectado por el económico». Y es que, en opinión de Fullana, sería «contraproducente» que en un futuro próximo la Esadib acabara en otro centro en el que no se pudiera dar continuidad a la actividad que la ha alzado como «una de las mejores escuelas que hay ahora en España», «sostenible» y «sin déficit». «Lo que está claro es que la inversión que se hizo en infraestructuras en este espacio fue alta, casi un millón de euros, y necesitamos las mismas condiciones para desarrollar nuestra actividad», añade.

Por otra parte, sobre la deuda del Conservatori, Miquel Deyà informó de que la pasada semana se terminaron de abonar los 400.000 euros que se debían a Hacienda desde 2010. Ahora quedan pendientes pagos a la Seguridad Social.