Alexandra Muñoz, Bernat Molina y Marian Martí, en una foto promocional. | Albert Simon

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¿Qué lleva a una persona a convertirse en artista? A esta pregunta, a través de tres historias, responde «de una manera cómica y en un homenaje a la farándula» la compañía 3 Fun Music en la obra musical Mamá, quiero ser autista , que se podrá ver este sábado, a las 23.00, y el lunes 23, a las 22.30, en Sa Botiga de Buffons de Palma (Valldargent, 29).

Después de que los personajes Mississippi, La Lush y Sue Ball se subieran al escenario hace año y medio en La vida era un cabaret , llega esta precuela «que mantiene el espíritu del cabaret clásico, un género reivindicativo, pero que, en esta ocasión, es más cómico», adelanta Bernat Molina, actor junto a Alexandra Muñoz y Marian Martí.

La obra se divide en tres partes, «que cuentan la historia de cada uno de los personajes» con canciones de musicales como Gypsy , Nine o A choryus line , pero también «es un homenaje a Xesc Forteza, Sara Montiel, Sophia Loren, Diabéticas Aceleradas, Concha Velasco...», explica Molina.

Pero aunque sea cómica, Mamá, quiero ser autista tiene un componente crítico. «Empieza con la historia de Sue Ball, que incluye una reflexión sobre cómo a veces el estrellato exige una estética que puede desembocar en operaciones e, incluso, anorexia», adelanta Molina. Por otro lado, los actores aprovechan la historia de Mississippi, «que proviene de una familia pobre», para «hacer una crítica a la mala gestión gubernamental», mientras que La Lush habla «del exceso de religiosidad, porque tiene una madre muy católica». Cada uno de los actores, además de su papel principal, «cambiamos de vestuario hasta diez veces, para hacer de secundarios, siempre manteniendo el espíritu del cabaret».

Mamá, quiero ser autista. Sábado, a las 23.00, y día 23, a las 22.30, en Sa Botiga de Buffons (Valldargent, 29, Palma).