Alumnas del Conservatori, durante un instante del ensayo del montaje. | Pere Bota

TW
0

La psicología juega un rol relevante en su concepción del teatro-danza. Guillem Sanz dirige y coreografía la Chambers, que consta de pantomimas bailadas, actuales, en las que se crean «escenas con un contenido dramático pero con la simbología del gesto y la danza», explica el autor de este montaje que se representa este miércoles, a las 20.00, en el Teatre Xesc Forteza de Palma.

Esta pieza procede del repertorio de la compañía del propio Sanz, aunque él la ha modelado con alumnas del centro. «Trabajo impartiendo la optativa de este género que nació en Alemania», añade el docente. En esta «pantomima bailada» se establecen «acciones teatrales trasladadas al lenguaje de la danza contemporánea».

La trama parte de la visita de unas mujeres sectarias, que practican el juego del hipnotismo, al domicilio de una dama misteriosa. A partir de la convención, con forma de ritual, la dama, de personalidad carismática pero a su vez furtiva, se encarga de poner en trance a las mujeres y se inicia un conflicto en el que la realidad y la ficción se entremezclan: surgen ilusiones, juegos de intercambio e incluso un robo como alegoría del desdoblamiento de los personajes.