El equipo que ha trabajado en la excavación, junto al alcalde de Sencelles, ante la entrada a la cueva. | Antoni Pol

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El principal hallazgo de la excavación arqueológica realizada los últimos quince días en el yacimiento de la Cova des camp del Bisbe son dos nuevas salas que, en conjunto, tienen una superficie aproximada de 50 metros cuadrados. La Cova des camp del Bisbe está en Sencelles.

Éste ha sido el tercer verano en qué el equipo dirigido por Beatriu Palomar y Lua Valenzuela excavaba el yacimiento. El Consell les aprobó en su día un plan de excavación para cinco años. Palomar explicó que lo que se pretendía este verano era «retornar la cueva a su aspecto original». En las dos últimas intervenciones habían excavado la única sala conocida hasta encontrar la roca madre, de modo que habían decidido centrarse en adecuar el acceso a la cueva y parte del exterior.

La sorpresa llegó cuando descubrieron dos nuevas salas junto a la entrada principal. Una mide cerca de 20 metros cuadrados y la otra unos 30. Al final de una de ellas, además, hay un túnel al que los arqueólogos no han podido acceder. Prevén hacerlo el verano siguiente, con la ayuda de un equipo de espeleólogos.

Valenzuela y Palomar sospechan que en estas dos salas el depósito arqueológico se conserva intacto. La otra sala (excavada los dos años anteriores), que data de la época pretalayótica (1400-1200 a.C.), había sido tocada (800-900 a.C), «limpiada» por los talayóticos y utilizada, modernamente, como establo.

La excavación se financia gracias a las aportaciones económicas del Ajuntament de Senceles y el Consell de Mallorca. La Cova des camp del Bisbe pertenece a la fundación Bartomeu Mulet, pero la gestiona el Ajuntament.