Imagen promocional del grupo Celtas Cortos. | Redacción Cultura

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Treinta años en la brecha, que se dice pronto. El folk tabernario de Celtas Cortos ha resistido el embate del tiempo y las modas pasajeras y, a día de hoy, siguen emocionando canciones como 20 de abril, esa carta abierta a la nostalgia donde buscaban razones para entender la velocidad de los días. El cuarteto presentará este viernes, en el Parc de n’Hereveta de Porreres, a las 22.30, su último trabajo de estudio, Contratiempos (2014). Sobre el escenario estarán arropados por la Filharmònica Porrerenca.

Alguno de sus temas nuevos incorpora arreglos sinfónicos, «es una forma de darle un color distinto a las canciones», explica Alberto García, miembro de la banda. Además, brinda la posibilidad a las orquestas de los municipios donde recala su gira de «subirse al escenario con nosotros». Es el caso de la Filharmònica Porrerenca, que con su buen hacer conseguirá «que nuestro repertorio se vista de largo», apostilla.

Cuéntame un cuento, Tranquilo majete, Retales de una vida, Haz turismo, No nos podrán parar... La lista de éxitos de Celtas Cortos es larga, aunque no ha aumentado en los últimos años. Pero eso no les inquieta: «En los conciertos las canciones nuevas se escuchan con tanta pasión e interés como los clásicos», apostilla.