El cantante Alejandro Sanz durante el primer concierto de su gira, en el que ha presentado su más reciente álbum "Sirope". | Rafa Alcaide

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Con el 'corazón partío' dejó este jueves por la noche a Córdoba Alejandro Sanz, que arrancó su gira por tercera vez en la ciudad califal, lugar que confesó que siempre le ha dado suerte. El 12 de agsoto actuará en la plaza de toros de Palma.

Fue una noche mágica, donde además de todos los temas de su disco, ofreció un repertorio de los que han enamorado a generaciones como Amiga Mía, Viviendo deprisa, Lo ves o Mi marciana.

Con vaqueros, camiseta y camisa negra, Sanz disfrutó de un concierto en el que tocó el bajo, el piano y la guitarra española, instrumento con el que le acompañó el guitarrista cordobés José Antonio Rodríguez.

La calurosa noche cordobesa se iluminó con una «radiante luna llena» que apareció encima del tendido diez justo cuando las manos de Alejandro Sanz acariciaron el piano para interpretar un clásico que no falta nunca, Lo ves.

Se atrevió con todo. Hasta se marcó unos pasos de flamenco moviéndose con la gracia de quien nació en Madrid pero se crió con la brisa del mar de Cádiz.

Este gaditano de corazón cuenta con 16 premios Grammy y ha vendido más de 25 millones de copias de sus discos en todo el mundo, trabajos en los que ha colaborado con artistas nacionales como Rocío Jurado e internacionales como Beyoncé y Alicia Keys.

Y precisamente «la mar» apareció de fondo cuando cantó su tema La música no se toca, haciendo las delicias de las miles de chicas, de todas las edades, niñas, madres y abuelas que corearon sus temas en más de dos horas de espectacular directo.

Todas las canciones iban acompañadas de proyecciones audiovisuales, que no dejaron indiferentes, al igual que los triángulos de led que formaban figuras geométricas que subían y bajaban iluminando el escenario.

El público no se quedó satisfecho con el repertorio previsto y Alejandro Sanz y su banda tuvieron que prolongar los bises hasta casi la una de la mañana, a pesar de que comenzó con una rigurosa puntualidad el que fue el arranque de una gira que lo llevará a recorrer escenarios de medio mundo.

«Y es que es tan tierno el matador» que hasta el baile de la letra de la canción que le dedica a su hijo Dylan le resultó emocionante al público llegado de todos los puntos de España que se dio cita en el Coso de Los Califas.

Y es que Alejandro, como su álbum, Sirope, es de dulce.

«De pequeño tuve un sueño», dijo al comenzar, y «era estar aquí con vosotros» acabó diciendo el «Capitán Tapón».