El museo Sa Bassa Blanca, en Alcúdia, suma afluencia en los meses de verano.

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La curiosidad de algunos de nuestros visitantes va más allá de conocer el presente mallorquín y ya son muchos los que se interesan por nuestro patrimonio, tanto histórico como artístico, ambos expuestos en los museos de la Isla.

Esta tendencia se ve reflejada en la Fundación Museu Juan March, donde observan un aumento del público durante la temporada alta, con dos picos significativos: uno, entre los meses de abril y mayo, y otro en agosto.

Aún así, no todos los museos siguen la misma tendencia. La directora de la Fundació Pilar i Joan Miró, Elvira Cámara, destaca «un incremento en el número de visitantes de manera homogénea en estos últimos tres años» y confirma que «abril suele ser el mes de más audiencia».

En la misma línea, el Museu Modernista Can Prunera de Sóller presenta también este verano «una subida de público respecto a los años 2011 y 2012», según Antònia Maria Miró, coordinadora del centro.

El período de mayor asistencia de Es Baluard se comprime los meses de junio a septiembre y encuentra en este último el punto más alto, con un total de 67.054 visitantes en 2014. Las encuestas propias del museo, según la directora Nekane Aramburu, «demuestran que hay un turismo extranjero que prepara detalladamente sus visitas a la Isla».

El Museu de Pollença atrajo el pasado año la cifra más alta de visitantes extranjeros en junio. A pesar de ello, el director del museo, Andreu Aguiló, confiesa que «es difícil competir con el horario de playa, de modo que el momento ideal para visitar los museos suele ser la última hora de la tarde para los turistas».

La Fundación Yannick y Ben Jakober, en Alcúdia, vive la temporada de mayor afluencia en julio y agosto, mientras que el resto del año se dedican, como muchos otros centros, a programas educativos para escolares.