La directora insular de Patrimoni, Kika Coll, con el alcalde de Inca, Virgilio Moreno y el regidor de Cultura, Toni Rodríguez, durante la visita al Monesterio de Sant Bartomeu. | Consell de Mallorca

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El departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca quiere una ubicación definitiva para la colección artística y etnológica del convento de Sant Jeróni, con el objetivo de que no se disperse.

La directora insular de Patrimonio, Kika Coll, ha visitado las instalaciones del convento de Sant Jeroni de Palma y el de Sant Bartomeu de Inca para comprobar en qué estado de conservación se encuentra el valioso patrimonio del que disponen ambos, ha informado el Consell de Mallorca en un comunicado.

Reflejo de la vida monástica y sede de un gran patrimonio artístico y etnológico, el monasterio de Sant Jeroni fue declarado monumento BIC (Bien de Interés Cultural) en 2004 y se encuentra cerrado desde que hace un año las últimas monjas jerónimas se trasladaron en Inca por su avanzada edad.

Desde ese momento algunas de las piezas artísticas de Sant Jeroni han sido trasladadas de Palma a Inca, entre ellas el archivo, mientras otras continúan en diferentes salas del monasterio de Palma.

La visita de la directora insular de Patrimonio y de técnicos de su departamento se produce después de que la dirección insular haya tenido conocimiento de dos informes técnicos, uno del Instituto del Patrimonio Cultural de España que concluye que «las condiciones en que se encuentran las piezas del convento de Palma no parecen adecuadas para su conservación».

El informe añade que para proceder al cambio de ubicación de las piezas desde su lugar de origen se debe llevar a cabo un estudio.

Por otra parte, el informe de los técnicos del Consell incorpora otras dos conclusiones principales: que los bienes trasladados en Inca deben ser reubicados su depósito original o bien solicitar autorización previa de la Comisión de Patrimonio y en el caso del archivo «se trasladará -previa autorización- a un lugar que reúna las condiciones adecuadas».

En la visita, los técnicos han constatado la necesidad urgente de actuar sobre la estructura del edificio y el esfuerzo realizado por las monjas de Sant Jeroni para preservar las piezas patrimoniales y artísticas de su degradación.

Según Coll, las monjas «no tienen por qué saber los requerimientos más técnicos, como los niveles de humedad necesarios o cómo afectan los cambios de temperatura a cuadros y muebles, pero sí deben respetar los procedimientos establecidos por el Consell sobre estos bienes protegidos por la institución».

«Lo ideal sería habilitar un espacio definitivo, mejor si fuera en el convento de Sant Jeroni para que la colección no se deshaga», ha señalado la directora de Patrimonio.

Coll ha recordado que la declaración como BIC no sólo afecta el edificio sino también a todos los elementos materiales propios de su historia, como elementos decorativos y artísticos que están vinculados a esta misma declaración.

«Las monjas no se merecen tener que sufrir por cuál debe ser el correcto tratamiento de este patrimonio», ha señalado y ha indicado que es responsabilidad de Patrimonio «buscar un protocolo correcto a nivel técnico para evitar crear un precedente en unos momentos en que, desgraciadamente, en Mallorca hay muchos conventos en la misma situación».