Sexo, dinero, falsas apariencias e Iggy Pop, en la apertura del Evolution

Una historia de amor «abierta» entre una estrella del rock retirada -Iggy Pop- y una mujer «joven y bella» -Kacey Barnfield- marcará el desarrollo de este largometraje, en el que sus protagonistas se muestran dispuestos a tirar por tierra cualquier esquema preconcebido, gracias a los pilares firmes de una relación que se sustenta en «la confianza» y «la honestidad», y en la que «el sexo» tiene un papel destacado.

Las otras piezas de este puzzle amoroso son las que interpretan los actores Ben Lamb y Antonio Magro.

Blood Orange se ‘cocinó’ en doce meses. Es una historia de intriga, marcada por giros y pequeños detalles que dan la vuelta a la tortilla. Para empezar, esquiva tópicos como ‘mujer joven se casa con un hombre mayor y rico por su patrimonio’. Nada es lo que en un principio parece.