Úrsula Urgelés, Marina Delgado, Oslaya Zapata, Daniel González, María Ozonas, Gabriela Arranz y Jofre Urgelés, participantes en la segunda edición del Kontrabando Film Festival, fotografiados en CineCiutat. | Jennifer Munar

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«En lugar de ver dibujos animados todo el rato, cuando éramos más pequeños nuestra madre nos ponía películas de Buster Keaton», desvela Úrsula Urgelés, una de las participantes de la primera edición del Kontrabando Film Festival junto a su hermano Jofre que, tras resultar vencedor, ha ejercido de jurado en esta segunda edición. «Cuando venían amigos a casa y les proponíamos ver una película nos preguntaban si eran en blanco y negro o muda», añade entre risas. Así son las nuevas generaciones de cineastas mallorquines, unos jóvenes que no temen al cine en blanco y negro o a aquél que trata temas «demasiado grandes para ser comprendidos», pero que también saben disfrutar de «las películas de dinosaurios» o Los Vengadores.

Gabriela Arranz, María Ozonas, Oslaya Zapata, Daniel González, Marina Delgado y los ya mencionados Úrsula y Jofre Urgelés son algunos de los jóvenes de entre 15 y 18 años de las Islas que ya se han aventurado a elaborar sus primeros proyectos audiovisuales, algunos de ellos premiados en el Kontrabando Film Festival. Oslaya Zapata ganó el Premio del Jurado con La veu trencada, un cortometraje en el que trata «la fobia social es algo tan simple como temer que se rían de ti por algún motivo, no encajar... Es algo que le pasa a muchísima gente». Gabriela Arranz, por su parte, obtuvo el Premio del Público por The same look, un filme «reinvindicativo, con dos historias paralelas de personas que sufren bullying directo y virtual», explica la directora.

Animación

Un tanto alejada de esas propuestas está Olivia, el cortometraje realizado por María Ozonas con la técnica del rotoscopio [usada tradicionalmente para la animación]. «La historia no era lo más importante para este filme, lo que queríamos era experimentar con esta técnica», asegura la joven.

Todos ellos tienen en común su amor por el cine, pero algunos todavía no tienen claro si quieren convertirlo en su profesión. «Es una afición que me ha enseñado muchísimas cosas hasta ahora, casi tantas como la literatura», afirma Arranz. Jofre Urgelés, en cambio, sí lo tiene decidido: «Voy a ser director y guionista. Me gusta crear historias en cualquier formato, si supiera dibujar también haría cómics. Pero con el tiempo me he dado cuenta de que el cine es el método más completo para contarlas».