En la imagen, la celebración del cant de la Sibil·la en la iglesia de Montuïri. | Redacción Digital

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El cant de la Sibil·la ha consolidado su arraigo cultural como «tradición estable» seis años después de que se catalogara como un Bien del Patrimonio Inmaterial por la Unesco.

Según ha indicado el Consell de Mallorca en un comunicado, la incorporación en 2010 del canto medieval dentro de la lista se tradujo en una «gran efervescencia de actividades».

Hay que destacar la fidelización de algunas sibilas a lo largo de los años y el gran peso que tienen los diferentes elementos rituales que forman parte del canto -el vestido, la espada, el birrete y la música-.

En cuanto al mapa sonoro, la versión de Antoni Noguera continúa siendo las más usada, seguida de la de Bartomeu Torres y las versiones propias de Campos, Felanitx y Petra, a las cuales se tendría que añadir la versión que se canta desde hace unos años en Alcúdia, que reproduce el modelo de Felanitx.

El conseller insular de Cultura, Patrimoni i Esports, Francesc Miralles, ha agradecido «el trabajo que hacen todas aquellas personas que mantienen viva la Sibila» y ha animado «a continuar haciendo trabajo en aspectos como su documentación y difusión dentro del Plan de Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial que se ha empezado a diseñar desde Patrimonio Histórico».