Capilla de la Santíssima Trinitat de la Catedral, con las vidrieras que se han llevado a Barcelona para su restauración. | Joan Torres

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Los vitrales de la capilla de la Santíssima Trinitat de la Seu ya se encuentran en el taller J. M. Bonet de Barcelona, donde serán sometidos a un proceso de restauración. Durante la duración del mismo, los huecos se han cubierto con metacrilato blanco.

El estado de deterioro de los vitralls, que incluía la rotura de algunos cristales, ha llevado al Cabildo a optar por esta decisión, una vez que el Consell echó por tierra en 2008 un proyecto para cambiarlos.

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Esta capilla es la más importante del templo y está situada en la cabecera del mismo, por lo que la luz que entra por sus vidrieras es un asunto de resolución compleja que ya preocupó a Gaudí. Como publicó Ultima Hora el pasado mes, Miró fue un candidato, no oficial de momento, a diseñarlas.

Se trata de tres vidrieras que fueron construidas en Catalunya por la Casa Amigó en 1889.