Fabián González este viernes en Plaza España.

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La quiebra del Cirque du Soleil, anunciada el pasado miércoles por la compañía canadiense, se dejó sentir en Mallorca más de lo que pudiera parecer, ya que aquí es donde está Fabián González (Palma, 1992), exgimnasta olímpico que logró un noveno puesto en los Juegos de Londres de 2012 y que en 2019 entró a formar parte del espectáculo Alegría, el más importante y conocido de cuantos da vida la compañía. El pasado mes de marzo, Fabián tenía todo listo para ir a tierras canadienses y entrenar, una vez más, con la compañía circense, pero la pandemia se cruzó solo unos días antes de coger el vuelo, y ahora aguarda con expectación y paciencia a que la situación se arregle, pero también con confianza: «El Cirque du Soleil tiene que volver, porque es el más mítico del mundo entero».

¿Cómo llega un mallorquín al Cirque du Soleil?
— Yo me retiré de la competición en 2015 y durante tres años fui profesor de acrobacias y me formé como bailarín. Mi currículum se combinaba muy bien y decidí probar suerte mandando mi candidatura, y me llamaron a los cuatro días y fue genial porque entré en el número Alegría, que fue el primero que vi de ellos y pensé: ‘Yo quiero estar ahí’. Cuando le preguntas a la gente por el Cirque du Soleil siempre te hablan de Alegría y la verdad es que es muy grande poderlo hacer y además haber estado en la creación fue brutal.

¿A qué se refiere con «la creación de Alegría»?
— La creación es cuando van a abrir un show y necesitan que el director artístico y el productor lo creen de cero. Son los que piensan qué se va a hacer y cómo se va a hacer. Van haciendo pruebas y cambios, y es lo bonito. La mayoría de acróbatas entran con el show creado, pero yo pude estar en la creación y aunque es muy duro porque estás todo el día de lunes a sábado, luego puedes decir que es tuyo, que has hecho una creación.

¿Hay mucha diferencia entre competir y el mundo del circo?
— Es un mundo nuevo. Cuando compites no lo disfrutas mucho. Haces lo tuyo, terminas y te vas a tu casa. Quedas primero o segundo, pero ya está, no lo valoras tanto, pero el circo es diferente, es una energía, una sensación increíble con la vibración del público. Es como una adicción y por eso quiero volver.

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Este año estuvo muy cerca de volver a Canadá.
— Sí, fue un poco de mala suerte. Llevaba cinco meses entrenando, poniéndome en forma y ya tenía todas las compras hechas para viajar allí. El día 21 de marzo tenía que estar en Canadá y el vuelo lo reservé el 20, pero una semana antes cerraron las fronteras y no pude ir. Me enviaron un email que decía: ‘Vamos a cerrar todo, y en dos semanas todos los shows estaban cerrados’.

palma fabian gonzalez foto morey

¿Se imaginaba la declaración de quiebra?
— Se intuía, pero no se sabía. Tenían una deuda muy grande y ya estaban intentando recuperarlo y salvarlo con ayudas del estado e inversores. Yo creo que han declarado la bancarrota para tramitar cosas y protegerse, por así decirlo, y este año les toca hacer papeleo y muchos trámites.

¿Estamos ante el fin del Cirque du Soleil?
— Siendo realistas, este año creo va a ser todo burocracia, pero el año que viene saldrá adelante. El Cirque du Soleil tiene que volver porque es uno de los más míticos del mundo entero y yo tengo la tranquilidad de que Alegría volverá y no solo eso, sino que además será uno de los primeros números que retomarán.

¿Por dónde pasa su futuro más próximo?
— Yo soy optimista. Creo que el Cirque du Soleil volverá y yo volveré con él, pero sí que estoy seguro de que esa adrenalina, el saber que estoy en tensión a doce metros de altura, eso me atrae y me gusta, y no me aburre nada. Las emociones fuertes son mi ilusión y al fin y al cabo es mi sueño y seguiré luchando por ello mientras el cuerpo aguante, que yo creo que aguantará.

¿Le veremos en Mallorca en lo alto de la carpa con Alegría?
— Esa es una motivación personal que tengo para no tirar la toalla. Aquí, en España, no hay mucha cosa de este tema y el futuro pasa por irse fuera, pero me encantaría poder crear algo aquí con el tiempo, que se pueda mover por España y una ilusión que tengo es poder hacer Alegría en Mallorca y retirarme después de haber actuado en casa con mi gente, pero de momento hay que tener paciencia y seguir luchando.