Joan Martorell es compositor, director y orquestador.

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Sin tiempo para morir, El buen patrón, Way down y Pan de limón con semillas de amapola son algunos títulos que se pueden ver actualmente en las salas de cine y en todas ellas ha participado Joan Martorell (Porreres, 1976). El mallorquín es compositor, pianista, director de orquesta y orquestador. Esta última ocupación es seguramente la más desconocida de todas y consiste básicamente en reflejar y plasmar las ideas del compositor en una partirua. «El compositor te da las melodías, las armonías, etcétera, y lo tienes que trasladar a una partitura, una para cada instrumento. Por ello, es muy importante mantener la coherencia. La complejidad depende de cada proyecto. Por ejemplo, en la película Kung Fu Panda usamos muchos instrumentos étnicos», detalla.

Martorell cuenta que grabaron la banda sonora de la nueva entrega de James Bond –interpretado por Daniel Craig–, Sin tiempo para morir, en febrero, justo antes del confinamiento, en Londres. La música es del maestro Hans Zimmer, con quien Martorell ya ha trabajado en la citada Kung Fu Panda, El bebé jefazo y el documental Blue planet. «Zimmer es un referente de grandes éxitos de cine americano. Es un maestro junto a otros como John Williams y Ennio Morricone [fallecido en verano de 2020]», destaca. «Es muy polifacético y tiene un trato muy bueno. Te habla de tú a tú, es encantador y tiene muy claro lo que quiere. Es un gran hombre en todos los sentidos, tanto a nivel profesional como personal. Escucha lo que tienes que decir. Ha llegado lejos porque se lo merece. Proviene de la música electrónica, pero ha sabido llevarla al terreno orquestal, donde ha innovado y creado escuela», opina.

Tras Sin tiempo para morir, también justo antes de la pandemia, Martorell viajó a Asturias para preparar la banda sonora de la española Way Down, de Jaume Balagueró, junto a la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA). «El filme ha quedado muy bien, parece americana por la superproducción que es», subraya Martorell, que en este proyecto ha vuelto a trabajar con el compositor Arnau Bataller.

Martorell junto a Zeltia Montes y Fernando León de Aranoa, trabajando en la música de ‘El buen patrón’.

Way Down está basada en el minucioso plan de un brillante ingeniero para atracar el Banco de España aprovechando que se celebra la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica. La cinta tiene un reparto nacional e internacional encabezado por Freddie Highmore, José Coronado, Liam Cunningham, Sam Riley, Luis Tosar, Emilio Gutiérrez Caba y Axel Stein, entre otros. Después llegó Pan de limón con semillas de amapola, de Benito Zambrano y basada en la novela homónima de Cristina Campos. Filmada en Valldemosa, la película es una coproducción entre España y Luxemburgo, donde se registró la banda sonora. En esta ocasión, Martorell formó equipo con el también mallorquín Joan Valent.

Finalmente, en verano recaló en Budapest con El buen patrón, de Fernando León de Aranoa. Este título acaba de sumar nueve nominaciones en los Premios Feroz y representará a España en los premios Oscar. Para este largometraje, Martorell trabajó con la compositora Zeltia Montes, «una de las más solicitadas en nuestro país». La historia que narra el filme, reconoce el mallorquín, es más dura de lo que puede parecer en un principio. «Conseguir el equilibrio fue muy difícil, ya que, al tener algún toque cómico, teníamos que procurar no pasarnos y que no quedara ridículo», admite.

Joan Valent y Joan Martorell trabajan en la banda sonora del filme
Joan Valent y Joan Martorell trabajan en la banda sonora del filme

Entre sus próximos proyectos figuran una serie de animación para Disney Channel; la película española La casa entre los cactus –protagonizada por Ariadna Gil, Daniel Grao, Ricardo Gómez– y el cortometraje Sauerdogs –de Guillermo de Oliveira–. Además, también ha orquestado y dirigido la orquesta de Y todos arderán, de David Hebrero, que se estrenó en Sitges.

«Con cada compositor aprendes cosas diferentes. Los trabajos de orquestador y director de orquesta implican estar abierto a diversas personalidades. También tienes que saber arrinconar tu ego, porque trabajas para otro. En estos casos, el compositor es el que tiene la última palabra», afirma. De todas maneras, advierte, «en cualquier arte en general tienes que ser humilde, es la única manera de funcionar, saber que cualquier persona te puede dar una lección que te puedes hacer tuya para llevar a cabo tu próximo proyecto. Me gusta aprender a estar en un segundo plano».