Jordi Fairhurst imparte su charla esta tarde. | M. À. Cañellas

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Quién no ha tenido un acalorado debate con alguien que no era capaz de entendernos ni siquiera en lo más mínimo? Puede ser por un tema cualquiera o, en otros casos, por convicciones muy arraigadas que llegan al punto de definir nuestras creencias. Ese choque que enfrenta formas de ver el mundo distintas es lo que analizará esta tarde el doctorando en filosofía Jordi Fairhurst, quien recoge el testigo de los cafés filosóficos de Ínsula Literària, que organiza el círculo Penso Llavors Existeixo para tratar los desacuerdos profundos de la mano del autor Ludwig Wittgenstein.

Según detalla el propio Fairhurst, cuya tesis se centra en la ética en la obra de Wittgenstein, autor del conocido Tractatus, la idea es «analizar la tipología de estos desacuerdos para poder dar herramientas de reflexión y, así, poder pensar con otros», en oposición a pensar contra otros.

Según Fairhurst, que ha pasado etapas como estudiante de doctorado en universidades como East Anglia en Norwich, Reino Unido, o el Centro de Investigación del Idealismo Analítica Alemán (FAGI por sus siglas en inglés), la raíz de estos desacuerdos, que se alejan de los simples enfrentamientos por cuestiones triviales, se da en que «tienen un componente fundamental que hace que se enfrenten dos formas de ver el mundo distintas», lo que acaba generando una «persistencia» de los mismos y provoca su «sistematicidad».

Enfrentamiento

Dicho de otro modo, al chocar dos creencias básicas para dos sujetos, como pueden ser el creacionismo o la teoría del Big Bang, «un bando no considera ni siquiera como argumento el posicionamiento del otro», por lo que no es posible alcanzar puntos en común y, con el tiempo, esta diferencia invade otras facetas de la vida cotidiana. Esto acaba enconándose y da como resultado la polarización, tan presente hoy.

Fairhurst, de hecho, pone como ejemplos las disputas entre terraplanistas y no terraplanistas o, por otro lado, la de los antivacunas frente a sus defensores. El objetivo, indica, «no es solucionar los desacuerdos profundos, algo que es imposible», sino «ayudar a pensar de una forma más correcta» sobre el posicionamiento propio y el opuesto, de manera que se generen puntos de encuentro y una «conciliación».

Con esta sesión, el café filosófico de Penso Llavors Existeixo continúa con sus charlas y tertulias con el objetivo de llevar la filosofía a las plazas y a las calles. En esta ocasión, con un tema tan cotidiano como los desacuerdos.