El escritor Javier Cercas en la Plaça Major de Pollença. | Pere Bota

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Lo nuevo de Javier Cercas es siempre un acontecimiento. Tras el éxito de Independencia, el escritor culmina la trilogía de la Terra Alta con El castillo de Barbazul, cuya historia transporta a su protagonista, Melchor Marín, nada menos que a Mallorca y, concretamente, a la zona norte por la mañana y, por la tarde, en Palma. Fue en el Club Pollença, de hecho, el lugar escogido para la presentación en sociedad de esta nueva historia, una de esas que se cocinan a fuego lento y en la que el pueblo isleño ha tenido mucho que ver. Allí, ante un auditorio abarrotado de medios de comunicación y un público interesado, el autor charló con el artista Biel March, a quien Cercas denomina «productor ejecutivo» de la novela, y con Juan Cerezo, editor del sello Tusquets que publica el título.

La conversación tuvo como protagonista principal al propio Cercas, quien detalló que «quería que la gente de Pollença pudiera estar aquí» ya que «más de la mitad de la novela transcurre en Mallorca y, sobre todo, en Pollença». Según avanzaron el editor y el escritor, el protagonista de la trama, el Mosso d’Esquadra Melchor Marín, se ve arrastrado a la Isla tras la desaparición de su hija, Cosette, quien había venido de vacaciones. Una vez aquí, Marín deberá enfrentarse al mayor miedo de un padre en una red de intrigas e influencias que llegan hasta gente poderosa. Fue el objetivo de dotar de mayor verosimilitud a la historia lo que impulsó a Cercas a contactar con Biel March y con el entorno pollensí para «inventar una ficción que no es verdad, pero podría serlo». Según detalló el prolífico literato, «una novela no es exactamente una mentira, pero se le parece mucho».

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Javier Cercas con Biel March y Juan Cerezo en Pollença.

El propio March, que aparece como un personaje más de la novela, también explicó que «intentamos introducir a Cercas en el ambiente de Pollença y le dimos ideas». Así se llegó a la conclusión de que «alguien que conoce Mallorca sabe que la península de Formentor es un espacio privilegiado en el que se conjugan historias de grandes fortunas de gente que no quiere parecer tan rica» y, de las páginas del libro, «trasciende pinceladas sobre cómo es la sociedad mallorquina con su particularidades, virtudes y defectos».

Impunidad

Ante ello, Cercas comentó que «no he hecho una radiografía de la sociedad mallorquina», pero sí apuntó a que «el dinero supone impunidad», algo «de lo que me di cuenta hace muchos años» y que, lamentablemente, «es la norma ya que un pobre hombre no puede defenderse de un magnate» y, a su vez, apuntó que «cuanto más democracia, menos impunidad, pero siempre queda». Otro tema que salió a relucir es el de los abusos sexuales a mujeres, algo también presente en la trilogía y que el protagonista «vive de manera brutal». Sobre ello, Cercas señaló que «la humanidad se ha dado cuenta hace relativamente poco de que ha tenido el pie en el cuello a la otra mitad de la humanidad» y sentenció que «todos los hombres deberíamos ser feministas» como «una verdad absoluta».

A lo largo de la charla, además, trataron diferentes perspectivas que el propio Cercas dio sobre su evolución como escritor o sobre la literatura. Según indicó, «al empezar la trilogía quería convertirme en otro escritor ya que sentí que si seguía por ese camino corría el riesgo de ser una imitación de mí mismo y eso, aunque sea normal, es que el escritor ha muerto». Por estas razones, tiene como meta «descubrir todos los escritores que hay en mí y buscar todos los pliegues de mí mismo». A su vez, «hacer libros fáciles de leer, pero difíciles de entender», tratando de «trabajar al máximo para que se lea el libro como quien bebe un vaso de agua» y, al intuir que hay más detrás de las palabras, vuelva a empezar porque «la literatura no es lo que se lee, sino lo que se relee».

Portada del nuevo libro de Cercas.

Sobre Marín, su protagonista, confiesa estar «enamorado de él». Para Cercas, Marín es «mucho mejor que yo aunque también sea yo» y de él destaca sus dos particularidades, «su coraje», cualidad sobre la cual comentó que «lo mejor del mundo es no tener que saber si eres valiente porque ahora mismo hay gente», en relación a Ucrania, «que lo va a descubrir de ellos mismo». La otra particularidad es su «carisma», algo que «odio en los políticos, porque yo creo en ellos como solucionadores de problemas», pero alaba en otra gente como su personaje entendido como «esa capacidad natural de conseguir que la gente dé la vida por una causa justa». Todo junto es, por decirlo de esta manera, el sinfín de aristas que para Cercas es la literatura y, concretamente, su interés en ella. «Para mí la novela consiste en cuestionar preguntas complejas, pero no contestarlas». En este caso, la pregunta es: «¿Es legítima la venganza cuando la justicia no hace justicia?» y es formulando el interrogante, más que resolviéndolo, honra Cercas la literatura, algo que «no sirve para nada, excepto para salvar vidas».