El artista Pep Girbent en su exposición de la Horrach Moyá. | Jaume Morey

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El visitante que entre en la galería Horrach Moyà de calle Catalunya, en Palma, seguramente sentirá que está ante el fotograma de una película antigua, en blanco y negro. Pero, si se acerca un poco más, comprobará que lo que parecía una instantánea es en realidad un dibujo a carboncillo, la «herramienta más básica que hay», según Pep Girbent. Efectivamente, el artista ha escogido algunas escenas del cine asiático, en el caso de la primera obra, del largometraje chino Happy Together, de Wong Kar-Wai (1997), así como también otras obras de arte para sacarlas de su contexto, de su «teatro», y llevarlas a su terreno. Esta es la clave deRecent charcoals, exposición que inaugura este mediodía en el citado espacio de Ciutat.

«La idea es coger imágenes de un elevado grado de sofisticación con la herramienta más arcaica que hay, el carbón, que no deja de ser madera quemada, para crear imágenes en contacto con el soporte», detalla Girbent, quien elimina así todos los intermediarios del proceso creativo, que concibe casi como «un combate cuerpo a cuerpo». Pero toda esa apropiación le sirve al artista para exponer un discurso propio, muy influenciado por el célebre filósofo holandés Spinoza, quien afirmaba que «quien ha vivido una vida rica y plena pierde muy poco cuando muere». «Él no hablaba de almas inmortales, algo muy presente en el catolicismo y en otras religiones, sino que defendía que en nosotros hay una parte no inmortal, pero sí eterna», aclara.

Así, como contrapunto a las escenas intensas y cinematográficas –en este caso procedentes del continente asiático–, protagonizadas por gente manteniendo relaciones sexuales o bailando, el artista dibuja bodegones de fruta basados en los de Taylor-Wood y que recuerdan que «somos seres finitos». En este sentido, Girbent recuerda con gran cariño al responsable de la galería, Juan Antonio Horrach Moyá, fallecido el pasado mes de octubre de forma repentina. «Mucha gente no creerá que esta exposición ya estaba concebida y pensada cuando murió, pero es así. Esta muestra es de los dos», declara.

Imágenes

Girbent asegura que siempre ha defendido que crea «desde márgenes estrechos». «El siglo XX obligaba a crear desde cero, pero internet, aunque mucha gente no lo entiende, ha cambiado las reglas estéticas. Hay un enorme background de imágenes y mi obra está muy vinculada a dos grandes fábricas: la historia de la pintura occidental y el cine. Cuando dibujo o pinto, lo hago con un pie en cada territorio», asegura Girbent, gran amante del cine.

«A lo largo de mi trayectoria he intentado desmitificar los paradigmas que han imperado por inercia en el siglo XX. Estamos en otra época muy diferente y yo adapto toda mi producción a las nuevas reglas de juego. Selecciono las imágenes que mejor me convienen para expresar mis inquietudes», insiste. De esta manera, el que visite esta nueva propuesta de Girbent se encontrará, como él mismo señala, con «obra que no empieza desde cero, pero contemporánea de Girbent en todos sus efectos».