Un momento de la representación. | M. À. Cañellas

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La mañana del 6 de enero es una de las más esperadas del año. O, directamente, la más anhelada. Es el momento de abrir y compartir regalos con la familia. Pero también es una fecha importante a nivel escénico porque se representa la ya tradicional -y gamberra- Adoració dels tres reis d'Orient, impulsada por Taula Rodona a partir del célebre texto de Llorenç Moyà. Ses Voltes ha vuelto a llenarse de espectadores fieles a esta cita, que ha alcanzado ya la número 38, así como también turistas o ciudadanos que paseaban por la emblemática Catedral en una jornada soleada y con temperaturas más que agradables para esta época del año.

Después de meses de ensayos y mucho esfuerzo, una veintena de representantes de la sociedad civil se meten en la piel de personajes como los tres Reyes Magos y sus criados, el malvado Herodes y su mayordomo o de la respetada Sibil·la. En esta edición ha habido caras muy conocidas, como la de la actriz Assun Planas (maestra de ceremonias), el periodista de IB3 Josep Salmeron (Secretari), la presidenta de Noves Generacions del PP Lourdes Roca (Rei Gaspar), el artista Ricard Chiang (Àngel) y, sobre todo, el teniente de alcalde de Justicia Social del Ayuntamiento de Palma, Albert Jarabo (Dimoni).

Todos ellos han defendido su papel con esmero. Destacan, por ejemplo, las interpretaciones de Herodes, que este año, como en 2008, interpretaba una mujer, en este caso Maria Magdalena Pons, actriz y docente de teatro; Salmeron, que firmó una actuación muy divertida y con mucha soltura; los criados de los tres Reyes, Eduard Moyà, traductor y profesor de lengua, Lena Serra, vicepresidenta de la Obra Cultural Balear y Tània Salas, profesora del IES Nou Llevant y también la de Jarabo.

El regidor se marcó un monólogo, hacia el final de la representación, que fue un tanto extenso, pero que resultó bastante aplaudido entre el público. Jarabo se metió de lleno en el papel de Dimoni, hablando de las fechorías y maldades que había traído al mundo, como la pandemia o la dificultad del acceso a la vivienda por parte de los jóvenes.

Y es que la actualidad es, con permiso del texto de Moyà, la que manda en la Adoració. Los temas que más aparecieron fueron los dos mencionados, así como la denuncia contra la masificación turística, especialmente contra los cruceros, contra la violencia machista y también escolar (esto último en el discurso de una joven pastora) y, el que causó más risas entre el público, los continuos cambios de la ley educativa, especialmente en referencia a la LOMLOE. Por otra parte, no hay que olvidar que todo ese material no solo se encuentra en las morcillas y discursos de los intérpretes, sino también en el vestuario, siempre tan acertado de Rafel Pizarro.