Sílvia Ventayol, directora del Estudi General Lul·lià. | Pilar Pellicer

TW
0

El Estudi General Lul·lià mira a la primavera con los ojos de quien emprende un viaje. Su directora, Sílvia Ventayol, explica las novedades que llegarán al centro y que pretenden dotarle de una nueva vida o, si se prefiere, de una mayor actividad para acercar al público general no solo este centro, sino el pensamiento y la obra del propio Ramon Llull. «Se le ha estudiado académicamente prácticamente desde todos los ámbitos», explica Ventayol sobre el sabio que da nombre al centro que dirige, «pero ha quedado un poco lejano de la gente y no deja de ser un desconocido, por muchos que su nombre esté en muchos lugares».

Por ello, «vamos a aproximarnos a Llull y ver qué hay de vigente ahora en lo que decía». En este sentido, el «buque insignia» de esta etapa del Estudi General es «el Laboratori Llull» o Llull Lab, una iniciativa que llevará consigo un programa de actividades que van desde las intervenciones artísticas a los cinefórums y las visitas didácticas. Así pues, la primera de ellas será una acción del artista PereJaume, cuyo título será L’arrel del arbre és una roda. Consistirá de una intervención «en el patio a partir de la rotación de un árbol acompañado de textos cantados de Ramon Llull a cargo de Jaume Aytas» y que se basa en la simbología del árbol del propio Llull.

A su vez, esto mismo irá acompañado de proyecciones de películas, que será el inicio de un cinefórum que pretende, «salvando las distancias, simular una filmoteca para tratar un tema vigente como la religión, el pensamiento y la ciencia a través del cine». Para dar un músculo firme a toda esta actividad, el Llull Lab también irá acompañado de una línea de investigación de nueva creación que otorgará una beca con la idea de formar a investigadores, artistas y cualquier titulado que pretenda sacar adelante un proyecto académico o artístico. Se tratará de una convocatoria plurianual.

Otra actividad que llegarán con el paso de los meses es Nunca audite, que une danza y teología y que estará liderada por el bailarín Cesc Gelabert junto al dramaturgo Valere Novarina, que busca cómo afrontar las definiciones de Dios. En esta ocasión la intervención del público a través de un taller será esencial.

Renovación

Con todos estos nuevos objetivos se pretende «romper la distancia hacia la figura no solo de Llull, sino del centro», que estaba «anticuado» y del que se intenta «recuperar su entidad, valor y tradición». En cualquier caso, para Ventayol se trata de un proyecto «muy ilusionante», a pesar de que sabe que llevará tiempo por «la propia casuística y dinámica del centro».

Ventayol, que también es cineasta, no oculta su amor por el Estudi General, un «centro con el que siempre he tenido una relación familiar a la par que académica». Ella, que fue elegida como directora en 2020, ya estudió inglés aquí en los 80, y su madre, catedrática de latín, hizo que fuera «conociendo la casa desde siempre». Ahora, con las mismas ganas que atrevimiento, Ventayol lidera esta aventura del Estudi General, que arranca en primavera.