El productor de cine Jordi Ginard posa con su libro 'Rondallas mallorquinas'.

TW
3

¿Qué pasa cuando unes el cariño por lo local, la pasión por una profesión y una pizca de talento? La respuesta no siempre es la misma, pero en el caso de Jordi Ginard Jaume es un proyecto original, con posibilidades y altas dosis de creatividad. El isleño, que está afincado en Londres donde trabaja como coordinador de producción en la BBC, acaba de publicar Rondalles mallorquines, el que constituye su primer libro y que se forma de guiones cinematográficos sobre algunas de las historias más nuestras, ahora con un toque de película.

Ginard, que está embarcado ahora mismo en importantes proyectos de la BBC, explica a este diario que «quería escribir algo que nos definiese muy bien a los mallorquines» y acabó por fijarse en las más de 400 'rondalles' que tenemos. Según señala el autor, la idea de estas historias no difiere mucho de otras que se han encontrado en otros lugares del mundo «y que luego han sido reconvertidas por gente como Walt Disney para llevarlas a la gran pantalla, como La Bella Durmiente, y se consideran clásicos universales, y me pregunté: si todo el mundo conoce estas historias y las nuestras son igual de únicas, ¿por qué no ese jugo, ese sabor?».

Arrancó así un largo proceso no solo de documentación, catalogación y recopilación, sino también de creación: «Han sido tres años de trabajo porque había mucho que hacer», señala Ginard que, finalmente, escogió cuatro historias concretas que representaban muy bien el tipo de rondalla en el que se inscriben. Son La Filla del Sol i la Lluna, La Flor Romanial, L’Amor de les TresTaronges y En Gostí Lladre. Así pues, partir de ellas ha cogido diálogos, las ha adaptado al lenguaje actual del siglo XXI, a su vez también les ha dado un formato más verosímil, manteniendo la esencia original, pero transformándolas en guiones listos para llevarlos a la gran pantalla.

«Mi finalidad, y el motivo por el cual he hecho el libro, es que alguien pueda recogerlo y quiera hacer una película con ello». De hecho, según añade Ginard, «está escrito en formato guion, algo que no se ve muy a menudo, pensado para ser reproducido en pantalla grande y ser realizado con personajes reales».

En este sentido, cada una de las historias recopila detalles de otras 'rondalles' para que la mayoría estén representadas, y a partir de esos elementos la principal trama de las cuatro 'rondalles' avanza con la clásica estructura de los tres actos, siendo adaptadas también al siglo XXI, «cobrando un nuevo sentido manteniendo la idea original».

Según avanza Ginard, ya ha habido interés de «grandes productoras», aunque al tratarse de un presupuesto elevado el que se requiere para sacar adelante los proyectos, la cosa está ahora mismo en un momento de stand by, a la espera de una implicación real y decidida de empresas que se comprometan a sacar adelante las futuras películas.

Y Ginard sabe de lo que habla cuando incide en lo difícil de la financiación porque él, precisamente, se dedica a ello. «Me fui a Londres hace cinco años, hice la carrera de cine en la MiddlesexUniversity y un máster en la National Film and TV School, y justo el día que acabé me llamaron de la BBC», recuerda. Allí se encarga del típico trabajo que no se ve, pero sin el cual los proyectos no existirían: «Soy como un wedding planner del cine: trabajo los contratos de los actores, sus sueldos, localizaciones, permisos, etcétera». Toda esa «logística», la que más tiempo necesita, es lo que se llama preproducción.

Durante su reciente estancia en la Isla ha aprovechado para presentar el libro que ha autoeditado por motivos de control creativo, pero ya planea su regreso a Inglaterra para volver a embarcarse en la sección de cine y televisión de la BBC con importantes proyectos sobre la mesa de los que, aunque no puede hablar todavía, darán mucho de qué hablar en los próximos meses.