Erik Messershmidt, Isabel Coixet, Sandra Lipski y Daniel Brühl, en la gala inaugural del Evolution Mallorca International Film Festival. | Pilar Pellicer

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El Evolution Mallorca International Film Festival ha dado el botón de play de su decimosegunda edición con una grandísima noche inaugural en el Teatre Principal de Palma en el que lo mejor de San Sebastián, Venecia, Cannes y los Oscar se dieron cita para conformar una constelación de estrellas del mundo del cine que recibieron diferentes reconocimientos a sus carreras para dar el pistoletazo de salida al certamen. La terna de premiados, además, muy bien escogidos por ser protagonistas delante y detrás de las cámaras como lo son la cineasta Isabel Coixet, el actor Daniel Brühl y el director de fotografía Erik Messerchsmidt, tres profesionales de renombre con muchísimo por delante en sus carreras que acapararon los focos en una velada en la que Un amor, nueva cinta de Coixet premiada en Zinemaldia, sirvió como el aperitivo a una semana de cine sin descanso en Mallorca. El Evolution ya está aquí.

Como ya manda la tradición, la curva del Principal ha brillado para recibir a los invitados, pero en esta ocasión los curiosos se amontonaban para ver de qué se trataba todo aquel jaleo. Algunos, al ver a la cineasta, exclamaban incrédulos: «¡Es Isabel Coixet!», mientras que una joven, al ver a Daniel Brühl, no podía reprimir sus impulsos y gritaba «¡te quiero!», como muestra del status de estrella del hispano-alemán.

Ya en el interior del recinto, serían los actores Toni Pons y Neus Cortés quienes harían las veces de maestros de ceremonias intercambiando el castellano, el catalán y el inglés con una fluidez solo interrumpida por la insistencia de algunos miembros del público por aplaudir y vitorear absolutamente todas las pausas. Circunstancia que los presentadores, por otro lado, manejaron a la perfección.

Tras los protocolarios discursos iniciales y el tráiler de lo mucho que dará de sí este año el Evolution, ha llegado el turno la directora y fundadora del festival, Sandra Lipski, quien en su parlamento sacó pecho de que el festival «crece» y es «el único de Mallorca dentro de la comunidad internacional de festivales», un «reconocimiento sin parangón en nuestro sector local con un enorme nivel de exposición y público internacional».

Lipski, a su vez, ha confesado visiblemente emocionada que su «sueño es que toda Mallorca acoja y celebre más todavía el Evolution» y tras agradecer su «pequeño, pero poderoso equipo» y su familia, ha invitado a «imaginar lo que podríamos hacer con el apoyo adecuado».

Tras ella, ha sido el turno de las autoridades políticas como Jaume Bauzà, conseller de Turisme, Cultura y Esports del Govern, y Llorenç Galmés, presidente del Consell de Mallorca, quienes han recogido el guante de Lipski y reiterado su «apoyo en esta legislatura» a un evento que «nos hace soñar».

Finalmente, ha llegado el momento esperado de los reconocimientos. El primero en recibirlo ha sido el director de fotografía Erik Messerschmidt, ganador de un Oscar por su trabajo en Mank, de David Fincher, con quien también ha colaborado en The Killer, que podrá verse durante el festival. Messerschmidt ha recibido el Cinematographer Icon Award y en su discurso ha animado a «ayudar a la gente a conseguir sus sueños porque no cuesta nada» y porque él mismo «no estaría aquí sin mis mentores y la gente que se ha arriesgado conmigo en mi carrera».

Una de las sorpresas de la noche ha sido con el premio a Brühl ya que ha sido el cineasta Ruben Östlund, premiado en la edición pasada del Evolution, quien le ha entregado a Brühl el Evolution Icon 2023. Östlund, afincado en Campos, se ha vuelto a meter en el bolsillo a todo el público, como ya hiciera el año pasado, y ha invitado a subir al actor al escenario tras recibir una enorme ovación. Brühl ha agradecido el entusiasmo del sueco, a quien ha llamado «maestro», y acto seguido ha realizado un sentido alegato en favor del cine como arte en sí mismo e independiente y revindicó el papel de los festivales, que «son fundamentales para que la gente vaya a ver películas». Por ello, ha enfatizado con cariño la «locura» que ha de tener gente como Lipski por sacar adelante «con una lucha de doce años» un festival y entregarle un premio que «me motiva a seguir haciendo lo que tanto amo».

Por último, la cineasta isleña Marga Melià fue quien ha dado a Coixet el Evolution Vision 2023 por su «habilidad de navegar en las emociones humanas» e «inspirar a innumerables cineastas entre los que me cuento», dijo la mallorquina. Coixet, en el escenario, ha bromedo sobre el tamaño del galardón, el cual juzgó que debería ser «más grande que el de los dos otros premiados porque soy mayor que ellos», y finalmente ha relatado que ese mismo día, alguien le había preguntado acerca de recibir un reconocimiento en un festival pequeño en relación al Evolution, ante lo que ella ha exclamado que «no hay festivales grandes o pequeños, los hay vivos o muertos y este está muy vivo.

Fuera del teatro, una luna creciente aparecía tímida en el cielo, como si no quisiera competir con la constelación de estrellas que, dentro del Principal, disfrutaban de Un amor, adaptación de Coixet de la novela de Sara Mesa. El verdadero play del Evolution.