Júlia Colom: «Quiero conectar con el público que no entiende que las canciones caducan»

Hace ya un año que publicó Miramar. ¿Qué balance hace de este debut discográfico?
Ha sido una primera vez en todo, así que cuando pienso en un segundo disco ya tendré las cosas más claras. Todo lo que me viene es una alegría para mí, porque tampoco esperaba nada ni tenía expectativas. Terminé el disco tranquila, sabiendo que no lo pude haber hecho mejor. Me veo en él. La sensación después de escucharlo es de satisfacción por las decisiones que tomé. Lo he meditado mucho, pero son decisiones que han perdurado en el tiempo de manera alineada conmigo, con quien soy ahora y eso es algo que me hace muy feliz. Todas las sensaciones han sido tan agradables y tan personales... No han tenido tanto que ver con lo que ha sucedido fuera, aunque también ha sido así. No me imaginaba que me seleccionarían para el festival Eurosonic, en Holanda, ni que actuaría en Montreal, Austin... Y todavía se están cerrando más cosas tanto aquí como fuera de España.

Cuando lanzó el álbum dijo que se había sentido presionada por lanzarlo. ¿Se siente presionada ahora para publicar su segundo trabajo?
Lo que estoy intentando es conectar con un público que no tenga esta manera de consumir las cosas de forma tan exprés. Mi ideal sería conectar con un perfil de público que no entienda que las canciones caducan, como piensa la inmensa mayoría de gente. Me doy cuenta de que es algo difícil, pero sé que hay gente que es así porque hay quien me lo comenta. Es gente más sensible que no está metida en la rueda de temas que pasan de moda o cosas como ‘ahora es tú momento’. Lo único importante es la música.

¿Pero está trabajando con nuevas canciones?
Claro, no paro de hacer música. Ya tengo muchas canciones nuevas, incluso para este concierto de Inca me apetece tocar temas nuevos; pero no estoy pensando en el segundo disco, sino que me lo tomo más bien como un ejercicio de hacer lo que me apetece. Para mí, un disco tiene que tener un concepto detrás, tiene que contar una historia. Y estas canciones no están hechas con ese propósito, aunque se puede ir ordenando, claro...

La gente la ha conocido primero por los conciertos que ha ofrecido, luego por el disco. En ese sentido, es muy generosa con los espectadores que asisten a citas como las de Inca.
La música es muy amplia y, obviamente, Miramar estará presente en Inca. Si bien es cierto que a menudo, sobre el escenario, me viene una canción que no cuadra con la energía del público y, en vez de hacerla igualmente, la cambio por otra. Hablo con el músico que está conmigo ahí y explico al público mi propuesta. Es algo más orgánico. En ese sentido, es verdad que a veces los músicos nos olvidamos que el público realmente disfruta con una experiencia tan genuina, más que algo cerrado y tan estudiado. Aunque hayas repetido cincuenta veces el mismo concierto y funcione así, el público merece vivir una experiencia genuina. Hay que preguntarle: ‘¿Qué te apetece?’

Lo fácil, sin embargo, es repetir la fórmula que funciona.
Claro, porque tienes que tener seguridad para cambiarlo. En mi caso, estoy haciendo este directo desde el pasado abril, pero no hay concierto igual, con los mismos temas y el mismo orden. Siempre hay cosas que se pueden mejorar en un directo, el trabajo nunca termina si realmente quieres ir más allá. Por ejemplo, hace muchos años canté unas canciones en el programa Els Entusiastes de IB3 que nunca han salido en formato físico. Se llamaban Castelló y Cireres. ¡No te creerías la cantidad de gente que las conoce gracias a Youtube! De hecho, me han insistido en que las toque en Inca y eso haré. Nunca las he interpretado en directo.

Hablando de directos, acaba de lanzar Miramar Live. ¿De qué se trata exactamente?
Es un cortometraje que recoge tres canciones en directo de Miramar. Es una idea que tuve porque para mí es muy importante reivindicar la música en directo, que es la esencia que construye todo un proyecto. Como decía, la música es lo más importante, así que no tengo ganas de que solo estén circulando trabajos míos editados. En el directo no hay trucos. No se trata de hacerlo bien o mal, sino de que sale la verdad.