El autor mallorquín Pau Coya recogió dos galardones en la última edición de los Premis de la Crítica de Catalunya. | R.C.

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Cavallet de mar o el peix invisible y Pols de diamant sigue dando muchas alegrías a Pau Coya (Palma, 1990), que acaba de ganar dos galardones en los XXVI Premis de la Crítica de les Arts Escèniques de Catalunya: el de mejor espectáculo de la crítica joven Novaveu y el Revelació por estas dos obras que se han estrenado de forma simultánea en Barcelona. Además, estuvo nominado a un tercero, el de mejor espectáculo de pequeño formato por Pols de diamant. Cavallet de mar (Premi Rei en Jaume de Calvià y Jaume Roca de Andratx) podrá verse en la Mostra Igualada el próximo 12 de abril y el 4 de mayo en el Festival Límbic de Santa Coloma de Gramanet, ambos en Barcelona.

El público mallorquín tendrá una oportunidad única de ver Pols de diamant este sábado en el Auditori de Manacor, ya que este texto ganador el año pasado del Torneig de Dramatúrgia, que organiza en Palma Produccions de Ferro, solo se ha podido ver precisamente durante la lectura. En este sentido, al vencer en esta cita, el autor pudo participar en el festival Temporada Alta de Girona, aunque para hacerlo tuvo que escribir un texto nuevo. A pesar de que no resultó salir victorioso, la sala Badabadoc de Barcelona se interesó por la propuesta del mallorquín y la producirá para el año que viene. La obra, de temática LGTBI, se titula El nom volgut y trata sobre «infancias trans y autismo».

A pesar de que parece muy dura, el autor avisa que «es bastante blanca, porque al final aborda el asunto desde el punto de vista de los adultos y de cómo se lo toma la familia y el entorno escolar». El pasado 14 de diciembre se hizo una lectura en la Casa de Menorca (Barcelona) y el próximo 17 de mayo, coincidiendo con la clausura del Festival de la Paraula de Produccions de Ferro, se celebrará otra en el Hotel Innside Palma Center.

Por otra parte, este viernes (Viernes Santo) en Can Timoner (Santanyí), ofrecerá un work in progress a las 17.00 horas de un nuevo proyecto, Mosques, junto a Sergi Boira. «Es un monólogo que se basa en la leyenda de Sant Narcís de Girona, que cuenta que en el siglo XIII los franceses intentaron asediar la ciudad y profanar el sepulcro de Sant Narcís. De ahí empezaron a salir unas moscas que atacaron a los soldados, que se vieron obligados a retirarse», detalla. Esa historia le sirve, señala, como «recurso» para reflexionar sobre «las voces intrusivas del personaje y hablar de la autopercepción y la imagen». «Narcís explica irónicamente que nunca se enamoraría de su propio reflejo, algo que recoge la tradición latina, sino que es todo lo contrario, detesta su propio reflejo. Mosques, por tanto, aborda los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), pero también las mentiras compulsivas que se inventa el protagonista», añade. «Las historias que escribo tienen la intención de ser universales, aunque partan de relatos concretos. Siempre intento apelar al espectador medio, que aunque no sea homosexual, trans o no haya sufrido un TCA, pueda empatizar con lo que cuento. La temática LGTBI siempre está presente en mis proyectos porque es mi realidad, pero hay muchos otros temas que no necesariamente lo son. Al fin y al cabo, todo el mundo puede empatizar con la insatisfaccion con el propio cuerpo, la necesidad de huir o la mentira. La persona más normativa ha podido pasar por cosas similares», concluye.