El Económico reunió a manteles a los principales ejecutivos bancarios de Balears en el restaurante Caballito de Mar: Jaume Julià (Cajamar), Ignacio Alcaraz (Santander), Carme Serra, Xicu Costa (La Caixa), Pedro Ballester (Sabadell), Pep Verger, Pedro Rullán, Lluís Ramis (Colonya), Paula Serra, Alberto del Cid (Banca March) y Antoni Serra (BMN-Sa Nostra). | Jaume Morey

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Los principales ejecutivos de la banca en Balears venden optimismo y se muestran convencidos de la fortaleza de la economía de las Islas, aunque alertan del aplazamiento de importantes inversiones ante la actual incertidumbre política, para lo que reclaman calma y estabilidad. Xicu Costa (diretor territoral de La Caixa), Alberto del Cid (director del Área Financiera y de Medios de Banca March), Antoni Serra (director territorial de Banco Mare Nostrum), Pedro Ballester (director regional de Banco Sabadell), Ignacio Alcaraz (director territorial de Banco Santander), Jaume Julià (director territorial de Cajamar) y Lluís Ramis d’Ayreflor (director de Relaciones Institucionales de Colonya Caixa Pollença) participaron en el primer Encuentro de El Económico, que contó tambien con la presencia de Carme Serra, presidenta del Grupo Serra; Pedro Rullán, consejero delegado del Grupo Serra, y Paula Serra, editora de El Económico. Los principales ejecutivos bancarios de Balears coincidieron en señalar que el desempleo es el principal problema de las Islas y de forma unánime mostraron su absoluto respeto por Podemos, al tiempo que aseguraron que la posibilidad de que lleguen a gobernar no les genera ningún temor y lo consideran parte de la normalidad democrática.

Para los máximos directivos bancarios de Balears, el principal reto de futuro es recuperar los niveles de empleo anteriores a la recesión, algo que no ocurrirá hasta 2021, según indican varios expertos como el economista Santiago Niño Becerra o la Fundación Funcas. “En mi opinión, el problema mayor que tenemos en este país es el nivel de ocupación. Los datos de paro son razonablemente mejores en Balears que en otras partes del territorio, pero pasarán años antes de que se alcancen los niveles de empleo precrisis”, indicó Ignacio Alcaraz. Respecto al año en que se alcanzará la tasa de ocupación de 2007, Xicu Costa opinó: “No creo que nadie sepa si serán cuatro, cinco o seis años. Estamos saliendo de una crisis muy importante. Hemos de recordar que España hace muy poco era un país denostado, mientras que hoy es uno de los países con el mejor tirón económico de Europa”, puntualizó.

Todas las previsiones apuntan a un crecimiento del PIB balear superior al 3% para este año, pero para 2016 el aumento de la actividad económica se moderaría hasta el 2,5%. “Evidentemente hay una tendencia excelente, pero si Balears lleva dos años con crecimientos superiores a la media española, es normal que se vaya moderando y asemejando a la cifra estatal. En las Islas empezamos a salir de la crisis hace un año y medio, mientras que en España, en general, la recuperación ha comenzado más tarde. Y lo importante es que ha aumentado la confianza en la economía. Los que tienen empleo ya no tienen miedo a perderlo, están consumiendo y por eso la economía ha arrancado”, comentó Lluís Ramis. “Los modelos teóricos afiman que se crea empleo cuando el crecimiento de la economía es superior al 2%, pero en 2014 disminuyeron los parados y aumentó la afiliación a la Seguridad Social aunque no se alcanzó el 2% de crecimiento. Por este motivo, con previsiones del 3% se espera que la afiliación continúe aumentado”, afirmó Serra, aunque añadió que las estimaciones se pueden modificar debido a las circunstancias externas.

¿Qué pueden hacer los bancos para contribuir a reducir los niveles de desempleo? “Seguir concendiendo créditos”, contestaron de manera unánime los ejecutivos bancarios de las Islas. “Nosotros queremos prestar dinero, queremos dar financiación, aunque, evidentemente, buscamos proyectos solventes. La realidad es que estamos buscando clientes para dejarles dinero. En definitiva, esto lo que hace es incentivar el consumo y puede traducirse en un incremento de empleo”, expresós Xicu Costa. Antoni Serra comentó que los bancos se han abierto a la sociedad ofertando microcréditos y extendiendo la mano a familias y pequeñas empresas para fomentar el consumo.

Y aunque son optimistas, los directivos de banca creen que no se debería modificar el objetivo de tener administraciones austeras. “No podemos alterar las fotos de déficit ni acabar ahora con la austeridad, aunque estoy a favor de que podamos hacer un mayor gasto social si se establecen prioridades”, señaló Ignacio Alcaraz.

INCERTIDUMBRE. Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la economía balear, desde el punto de vista de las finanzas, es la incertidumbre a la que se somete la inversión debido a tensiones internacionales y locales, conflictos o inestabilidad política. En este sentido, las elecciones municipales y autonómicas de mayo reflejan un giro en las preocupaciones y las prioridades de los ciudadanos. “Vivimos unos momentos de intensidad política y mediática brutal. Y esta intensidad viene dada porque ha habido un cambio en el escenario político muy grande. En España ha habido una clara diversificación del voto, tanto a la izquierda como a la derecha, y esto ha provocado acuerdos diferentes a los que hemos visto hasta ahora. Hay muchos factores que pueden impactar negativamente en la economía, y los inversores, ante la incertidumbre, están a la espera. Hemos percibido que ahora vivimos un parón”, puso de manifiesto Antoni Serra. “Ahora estamos haciendo bien las cosas, y el riesgo está en que se altere el panorama actual y volvamos a una desaceleración”, explicó Alcaraz en el mismo sentido.

El giro a la izquierda que se ha dado en Balears puede dar un vuelco en las políticas públicas de los últimos cuatro años, un hecho que impactaría directamente sobre la marcha de la economía, indicaron, y aseguraron que existen dos peligros con el cambio de gobierno, desde el punto de vista de las finanzas. El primero es uno de los mensajes más repetidos entre los líderes del PSIB y de Podem: acabarían con la austeridad; el segundo es la dificultad para formar pactos estables, que podría obstaculizar la toma de decisiones, lo que genera a su vez desconfianza e incertidumbre. “Hasta ahora ha habido una mejora en la administración a la hora de gestionar los recursos, y acabar con la austeridad dependerá de los ingresos, que a su vez dependen del crecimiento económico. Las decisiones económicas que puede adoptar el Govern pueden afectar al crecimiento y con la dependencia que tenemos del sector turístico es evidente que las decisiones del Govern que afectan al turismo pueden incidir en la economía. ¿Cuáles son las líneas rojas? Las que afectan al crecimiento económico. Hay una inercia positiva, pero es evidente que se puede truncar”, consideró Alberto del Cid, que añadió que “pueden ser incluso más preocupantes las decisiones que se discutan, se discutan, y no lleguen a tomarse”.

En cualquier caso, la fortaleza de Balears como motor económico es un punto a favor de la estabilidad, según indicó Pedro Ballester. “En las Islas, hoy por hoy la economía es imparable. Puede ser que haya un momento determinado en el que la incertidumbre provoque que los inversores extranjeros se piensen si invertir o no, pero en el mundo hay mucho dinero que quiere venir a Balears. Estoy convencido que las Islas van a salir de la crisis mucho antes de lo que pensamos”, apostilló.
“Al final, la economía lo que necesita es tranquilidad. La incerteza nunca es buena. Desde que se celebraron las elecciones municipales y autonómicas, la prima de riesgo no ha hecho más que subir. A los nuevos equipos de gobierno se les ha de dar un margen de confianza, ya que son elegidos por el pueblo. Cuando son muchos cuesta entenderse, y mientras, hay proyectos que se están ralentizando. Lo prioritario es que el nuevo Govern sea investido y vuelva la normalidad, porque la incertidumbre es lo peor”, destacó Jaume Julià. “Que se definan cuanto antes, es lo que yo pediría a los políticos. Después, todos nos adaptaremos a las nuevas reglas de juego”, recalcó Serra en el mismo sentido.

PODEMOS. Respecto a la entrada de Podemos al tablero político de Balears, los directivos bancarios se mostraron satisfechos de que representen a una parte de la sociedad. “No hay por qué tener miedo”, señalaron. “Es un partido más”, manifestó Alberto del Cid. “Podemos no me preocupa en absoluto porque la economía va por delante”, señaló Pedro Ballester. Xicu Costa, en el mismo sentido, afirmó: “No tenemos miedo a Podemos. Estamos dentro de un marco constitucional y entiendo que todos, finalmente, queremos lo mismo: el bienestar de la sociedad. Nosotros tenemos un fin social y tenemos la voluntad de cubrir las necesidades de mucha gente que no puede. Hemos de comunicarnos con ellos, dialogar y entendernos, ya que las posturas absolutamente radicales no llevan a ningún sitio”, indicó.

“En democracia no se ha de tener miedo a ninguna postura y mucho menos cuando ha tenido un respaldo social tan importante”, apuntó Alcaraz. “Es cierto que hay determinadas líneas rojas que si se traspasan veremos qué consecuencias tiene”, comentó Antoni Serra, y añadió: “En primer lugar se ha de definir qué modelo se quiere y a partir de aquí, comenzar a trabajar”.

“Podemos es un partido que ha sido elegido de forma democrática por los ciudadanos de este país y, por tanto, lo que toca es que haga las funciones de gobierno, si le corresponde; no hay que tener ninguna preocupación especial”, mencionó Ignacio Alcaraz.

“Miedo a Podemos, ninguno. Desde el sector bancario reclamaríamos tranquilidad y estabilidad. La administraciçón debe propiciar la iniciativa privada y no molestar, y si se modifican algunas leyes, que se clarifiquen y el sector privado se adaptará”, señaló Jaume Julià. Y Lluís Ramis d’Ayreflor, en el mismo sentido, fue incluso un paso más lejos con su afirmación: “Que el sector financiero pueda tener miedo a cualquier opción que hayan elegido los ciudadanos sería un error gravísimo, supondría que no estamos en la realidad”, indicó.

“En cualquier caso, los funcionarios profesionales se encargarán de marcar las barreras que se pueden saltar y las que no, independientemente de las promesas electorales”, expresó con tranquilidad Pedro Ballester.

APUESTA POR EL TALENTO. De cara al futuro a medio y largo plazo, los máximos directivos del sector bancario de Balears apuestan por el talento como motor de la economía de las Islas. Para Pedro Ballester, la economía balear es “imparable” y “muy especialmente el turismo está un paso por delante. El sector turístico ya ha padecido diversas crisis y siempre hemos muerto de éxito. Esta es la primera ocasión en la que todos los hoteleros han decidido invertir, modernizar los establecimientos, pasar un poco de los grandes touroperadores, profesionalizar la industria... y aprovechar los conflictos geopolíticos externos que en el año 1992 no supimos hacer”, puso de manifiesto. “Balears ha demostrado sobradamente su valía en el sector turístico, puesto que de hecho está estirando de la economía española. Es un modelo a seguir. Los modelos de Mallorca, Menorca y Eivissa no son iguales, pero Balears cubre todos los ámbitos del turismo”, indicó Xicu Costa.

“Aquí hay mucho talento y especialmente en la cuestión turística. Se exporta talento. La internacionalización del talento es buena porque, finalmente, tiene un retorno. Sin embargo, pienso que se podrían hacer más acciones para fomentar y mejorar la formación de postgrados”, detalló Antoni Serra.

Alberto del Cid puso el foco en el tamaño de las empresas de las Islas. “El nivel de competencia con respecto al talento es elevadísimo, y no solo en las grandes cadenas: hay empresas muy potentes de tamaño pequeño y medio que son punteras y están trabajando muy bien”, advirtió. Y estuvo de acuerdo Ignacio Alcaraz, que añadió: “La concentración de empresas líderes que tenemos en Balears es única en España. Debemos estar todos muy orgullosos y contarlo , porque es algo excepcional”.
Respecto al modelo económico del futuro, para los directivos bancarios es imprescindible seguir siendo un territorio competitivo y diversificar el modelo económico, que sin embargo tiene que ser eminentemente turístico.

“Me gustaría que fuéramos capaces de incorporar algún otro sector al éxito espectacular que tenemos en el turismo. Este es el gran reto de Balears, y lo veo posible. No es fácil ni inmediato, pero es posible. Hace falta un ejercicio de responsabilidad por parte de los gestores públicos para que facilitemos la eventual incorporación de estos sectores, que hoy pueden estar en el territorio o tener una presencia incipiente. Y apelo a una mayor simbiosis entre el mundo empresarial y la universidad. Tenemos una única universidad pública y creo que ha de convertirse en un polo de atracción de talento”, mencionó Ignacio Alcaraz. “Estoy seguro que habrá otros sectores que se incorporarán. En este sentido, el sector agrario ha demostrado con exitosas iniciativas que puede incorporarse en esta estructura productiva de valor añadido. Ha demostrado que sabe competir”, señaló Jaume Julià.

“Cualquier sector que aporte valor añadido debe ser mimado, y el sector hotelero turístico proporciona un excelente know-how que hay que aprovechar. Creo que la economía de Balears se cimenta en los microempresarios, autónomos, emprendedores... sin olvidarnos de las grandes empresas hoteleras, lo que da gran estabilidad ya que no depende de factores exteriores. La inversión exterior no ha de preocuparnos en exceso y no debemos caer en los errores de la economía especulativa”, apostilló Lluís Ramis.

“Los costes de la insularidad perjudican en gran medida a los empresarios de Balears. La gran oportunidad son las industrias deslocalizadas como las tecnológicas, que casi son testimoniales aún. Y no podemos tener temor a traer talento de fuera y entre todos hemos de hacer un marco amigable. El sector turístico ha de dejar de ser el único”, resumió Alcaraz. Para Ballester, Balears tendría que apostar por el sector tecnológico especializado en diseño. Y Costa expresó una opinión unánime: “Apostaría por diferentes sectores con valor añadido muy importante. Hay que competir en valor añadido. Deberíamos ser menos individualistas y trabajar más en equipo. Hemos de estar muy orgullosos de lo que somos y de lo que hacemos, y presumir de ello”, concluyó.