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Tras un mes de diciembre negativo que finiquitó un mal año para la bolsa española (no así para el resto) y un comienzo de 2016 en la misma línea cabe preguntarse si la bolsa española es una buena opción para invertir.

Como vimos la semana pasada, nuestro IBEX ha sido el peor de las principales bolsas mundiales, situación ante la que un inversor se podría plantear entrar, porque piense que debe recuperar ese hueco, o no hacerlo, bajo el argumento de que las caídas son justificadas.

Realmente sí lo son, y han hecho mella, por un parte por los riesgos de Brasil, país en que las principales compañías del selectivo tienen intereses, y por otro por la incertidumbre política desde las elecciones andaluzas hasta las generales celebradas el 20 de diciembre, pasando por las locales de mayo y especialmente las catalanas de septiembre, momento en el que el hueco entre nuestro mercado y el resto se hizo más patente.

Ambos factores a día de hoy siguen vigentes, por lo que no cabría albergar muchas esperanzas. Sin embargo, también es cierto que los dos parecen muy descontados, y la cuestión es saber si continuará ampliándose este hueco o no.

A la espera de tener más certezas sobre negociaciones políticas, que aún hoy son una gran incógnita, y que las empresas cotizadas comiencen la temporada de presentación de resultados, una herramienta que debemos usar es el análisis técnico.

La tendencia alcista a largo plazo está prácticamente anulada en el IBEX (no así en el resto de bolsas europeas) tras la pérdida de soportes claves, especialmente el de 9.300, que por retrocesos, precios y medias era fundamental y cuyo equivalente no han perforado las bolsas de nuestro entorno más cercano.

Ahora, la esperanza está en los 9.000 puntos, un valor psicológico, aunque también técnico, que en caso de perderse sería la puntilla que podría llevar al IBEX a un nuevo retroceso hasta los 8.300.

Al tiempo, otras bolsas, no afectadas por nuestros riesgos, podrían estar ya retomando tendencias alcistas a corto plazo y, por supuesto, continuando las del largo. Habrá que estar muy atentos.