La sede central de la Fundació Deixalles se encuentra en Son Gibert.

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La Fundació Deixalles, que ha cumplido 30 años, sigue fiel a su objetivo inicial: la inserción laboral de colectivos vulnerables a través de actividades relacionadas con la recuperación de los residuos. Sin embargo, en los últimos años ha adoptado cambios en la gestión y el desarrollo de los trabajos para ser cada día más eficientes y profesionales.

La recogida, recuperación y posterior venta de ropa y muebles viejos es la parte más visible del trabajo de esta entidad sin ánimo de lucro. La plantilla es de 220 trabajadores más otras 100 plazas de becas que se consideran prelaborales. Deixalles tiene implantación en Mallorca y Eivissa.

El giro más profundo lo ha causado la crisis, que les obligó a ser creativos para generar ingresos ya que los recortes de las subvenciones pusieron en cuestión su viabilidad. Superados estos problemas, siguen apostando por la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión, un perfil que ha cambiado radicalmente en los últimos años. Hoy ayudan a personas que nunca pensaron que estarían donde están. El usuario tipo es un parado de larga duración o personas que salen de adicciones de cualquier tipo que necesitan una oportunidad para volver a creer en ellos mismos.

TALLERES. La organización se ha transformado en los últimos años para mejorar la eficiencia. Uno de los cambios sustanciales que ha vivido Deixalles es pasar de una distribución territorial, por delegaciones independientes, a una organización sectorial que tiene dos vertientes complementarias, el área social y el área ambiental, con actividades que vertebran ambos objetivos. Los talleres se consideran fundamentales para la inserción laboral de los usuarios.

Las diferentes tareas que realiza Deixalles se han organizado por departamentos, que ellos llaman talleres. Y la actividad más conocida de Deixalles es la recogida gratuita a domicilio de muebles, electrodomésticos, decoración, ropa, libros o cualquier otro objeto.

La sede principal se encuentra en Son Gibert, en Palma. Allí está el taller de reutilización de ropa, en el que clasifica todo el material que llega. También se ubica el taller de reparación de juguetes y el de costura, donde reutilizan la ropa inservible y los recortes de tela para customizar bolsos, bolsas de playa, carteras y otros accesorios.

En la delegación de Inca tienen ubicado el taller de reutilización de los electrodomésticos que necesitan alguna reparación.

En Calvià han ubicado el centro ocupacional, que forma parte del área de salud mental. También tienen un centro de apoyo de este tipo en Eivissa. Y en Sóller han organizado el taller de carpintería.

NAVES DE DONACIÓN. Deixalles tiene diferentes naves de donación, puntos donde se pueden adquirir todo tipo de productos de segunda mano por un precio módico. Insisten desde Deixalles que estos puntos no son tiendas propiamente. Aunque en apariencia son tiendas, lo que tienen expuesto se consideran objetos con una donación mínima de una cantidad económica, no un precio de venta al público (PVP). Deixalles tiene siete naves de donación. Una de ellas está en Eivissa. Y de las seis que están en Mallorca, Son Gibert es la más conocida. Allí tienen la organización central de la fundación y Deixalles Palma. El resto están en Felanitx, Calvià, Sóller, Capdepera e Inca.

Además, también han incorporado contenedores para la donación de ropa en diferentes puntos. En Mallorca ya tienen 193 y en Eivissa 22, sumando 215 contenedores. También les llega ropa de la recogida que hacen las parroquias u otros centros o directamente en los puntos de donación.

En 2015 recogieron casi 800 toneladas de ropa, en concreto 794.485,40 kilos, de los cuales el 2% se recicló, el 62% se reutilizó y el 36% se tuvo que tirar.

La ropa es una de las herramientas de trabajo de la fundación, pero no la única. De los distintos puntos de recogida que tienen ubicados por toda la geografía, además del servicio de recogida de residuos voluminosos a domicilio, consiguen todo tipo de aparatos eléctricos y electrónicos (139.865,13 kilos recogidos en 2015), residuos voluminosos como muebles y colchones (963.123,04 kilos), artículos de rastro (74.894,36 kilos), papel (24.501 kilos) y envases (900 kilos). En suma, más de dos mil toneladas de residuos diversos recogidos con los que generaron empleo y contribuyeron a la conservación del medio ambiente. De todo lo que recoge, Deixalles desecha el 20%. Todo lo demás se recicla (7%) o se reutiliza (73% el año pasado). De este modo, calculan que en 2015 ahorraron la emisión a la atmósfera de 5.219,3 toneladas de CO2.

TIENDAS. Otro concepto diferente son las tiendas, establecimientos que sí funcionan con precios de venta al público como cualquier tienda al uso. Surgieron de la necesidad de tener que aumentar los ingresos propios. “Con la crisis nos cayeron bastantes subvenciones, y teníamos que ser autosostenibles. Vimos que nos llegaban productos a los que podíamos sacar más provecho, y por este motivo creamos las tiendas, establecimientos donde vendemos los mejores productos y que nos permiten obtener más rentabilidad por el mismo trabajo”, apunta la directora de Deixalles, Xesca Martí, quien indica que las tiendas han servido también para acercarles más al ciudadano de Palma y han tenido un efecto de sensibilización.

Deixalles tiene tres tiendas en Palma en la plaza Madrid, Blanquerna y Arxiduc Lluís Salvador, otra en Manacor y otra en Eivissa. Venden los productos seleccionados de más calidad de ropa y complementos, muebles, juguetes, libros, decoración y productos de comercio justo.

LICITACIONES PÚBLICAS. El otro punto fundamental donde Deixalles crea puestos de trabajo es a través de diferentes licitaciones públicas de servicios de gestión de residuos.

En la actualidad, Deixalles trabaja en la planta de Tirme de Son Reus, de recogida de envases del contenedor amarillo, y la planta de escombros de Mac Insular. En ambos casos, Deixalles aporta los operarios. También llevan el servicio de recogida y gestión de los residuos de Esporles y tienen diferentes convenios con ayuntamientos para la recogida de objetos voluminosos de los municipios de Fornalutx, Escorca, Valldemossa y Felanitx.

ÁREA SOCIAL. La Fundació Deixalles lleva a cabo una tarea social a través de la inserción laboral. Precisamente, disponen de 100 plazas de becas prelaborales para personas que quieren introducirse en el mundo laboral. Se consideran un proceso de inserción y no un puesto de trabajo propiamente. Las plazas están subvencionadas parcialmente por los ayuntamientos, Consell, Govern o empresas privadas. En 2015 un total de 271 personas se beneficiaron de este servicio.

La Fundació Deixalles también imparte varios cursos de formación laboral dual del SOIB. El año pasado dio 14 relacionados con la agricultura, el comercio, los residuos, la carpintería y el textil en sus diferentes delegaciones.

Sin embargo, los cursos ya no son una prioridad para Deixalles porque no les salen a cuenta, son inviables económicamente. “El SOIB nos penaliza porque nos paga por la gente que finaliza el curso, y hay una parte de alumnos que abandonan. Además, el dinero llega con uno o dos años de retraso y mientras, tenemos que adelantarlo pagando los intereses. Seguiremos haciendo algunos cursos porque consideramos que son una buena herramienta de inserción, pero haremos menos”, explica la directora.

También tienen un servicio de orientación laboral (GOL) vinculado al proyecto Okupa’t, financiado por el SOIB y el Fondo Social Europeo, que en 2015 atendió a casi mil personas.

Otros talleres y proyectos son el de La Trapa, de formación dual destinado a 10 personas, en colaboración con el GOB, el taller de sensibilización ambiental dirigido a colegios y el proyecto Incorpora, financiado por la Obra Social La Caixa, que se desarrolla en Eivissa y consiste en un programa de intermediación laboral, entre otros.

EMPRESA DE INSERCIÓN. En 2011 la Fundació Deixalles dio un paso muy significativo con la creación de la empresa de inserción Deixalles Serveis Ambientals SL (DSA). Se trata de una sociedad limitada de la que tiene el 100% de participaciones y que tiene como fin la integración y formación sociolaboral de personas en situación de exclusión. Se creó para poder optar a las licitaciones públicas a las que no podían concurrir como fundación. “El ejemplo perfecto es la selección de ropa, donde el ritmo iba en función de las personas que trabajaban. Cuando pusimos los contenedores creció el volumen y la teníamos que seleccionar como una empresa porque no dábamos abasto. Como no la queríamos vender, creamos la empresa de inserción y personas que antes cobraban una beca pasaron a tener un contrato de inserción”, explica Martí. La empresa tiene que ser competitiva y un contrato puede alargarse como máximo durante tres años, porque se entiende que es una empresa de transición hacia un trabajo ordinario.

Actualmente la empresa de inserción realiza algunos trabajos para la fundación, como la selección de ropa, y otros externos, como las peonadas para Tirme y Mac Insular. El año pasado generó 15 contratos. La diferencia respecto a una empresa cualquiera es que hay trabajadores sociales con el equipo que asesoran y ayudan a los empleados.

ORGANIZACIÓN INTERNA. La Fundació Deixalles se constituyó en 1986 gracias a dos patronos principales, el Bisbat de Mallorca y PIMEM. La estructura interna de la fundación cambió radicalmente en 2010. Estas dos entidades dejaron la organización, que pasó a estar comandada por un patronato formado por cinco personas y elegido por la asociación Amics de Deixalles, integrada por los propios trabajadores. Cáritas y PIMEM, junto con el Govern, forman hoy el consejo asesor.

Josep Falcó es el presidente de la Fundació y el patronato está formado él mismo, Liliana Deamicis, Mateu Barceló, Flor dell’Agnolo y Toni Ramis. Del patronato depende la dirección general, a cargo de Xesca Martí, y el equipo directivo, distribuido en las áreas de logística, comercialización, área social, proyectos productivos, talleres, servicios centrales y dirección financiera.

Con todo, en 2015 generaron una actividad de 6,3 millones de euros y un 20% de sus ingresos provienen de subvenciones públicas y privadas.