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Nos hallamos en una nueva etapa de la gestión empresarial que se inició hace escasas décadas y que cada vez más se perfila como incuestionablemente revolucionaria. Muchos cambios, simultáneos y de orígenes diferentes, impactan e irradian en todas direcciones. Afectan al planeta en su globalidad y modifican las viejas realidades y convenciones, es decir, se han multiplicado las variables que inciden en el devenir de las cosas y que hace muy difícil comprender de forma precisa qué llegará a suceder, ni tan solo en el medio plazo.

Es en la economía digital donde se fabrica el futuro: inteligencia artificial, satélites de comunicaciones, robótica, nanotecnología, big data, etc. son algunos de los polos de investigación en el ámbito empresarial. El futuro lo estamos escribiendo con letras digitales a partir del big data.

Los modelos económicos de gestión de las empresas del futuro serán útiles si son plurales y adaptados a cada particularidad y esencialmente si se basan en los big data, ya que el conocimiento de los datos masivos del presente otorgará a las empresas el superpoder de conocer el futuro.

Sin ningún género de dudas los big data son simultáneamente un reto y una oportunidad para las empresas, porque contribuyen a mejorar su competitividad y adaptarse a los nuevos escenarios de la economía global y digital con nuevos modelos de negocio y propuestas de valor. Desarrollar modelos predictivos que identifiquen patrones o perfiles de consumidores, y su comportamiento, permitirá optimizar el rendimiento de las campañas de publicidad. La orientación al cliente ganará peso en las próximas décadas. Modular el mensaje y pasar del producto al cliente a partir de la interacción con él resultará una cuestión clave.

La nueva concepción de la gestión empresarial pasa, como hemos visto, por la utilización de los big data, que para el gurú-analista Doug Laney, se corresponden con las cinco v: volumen, velocidad, variedad, veracidad y valor.

La mayoría de oportunidades de negocio del futuro son ahora inconcebibles. Los datos masivos han pasado de ser considerados algo prescindibles y molestos, a ser algo muy valioso, y serán una herramienta básica en la evolución de la gestión empresarial; porque si el conocimiento siempre ha sido necesario para el funcionamiento de las empresas y optimizar sus cuentas de resultado, los big data nos otorgarán el superpoder, como ya hemos visto.