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Hace apenas cinco años, cuando alguien me preguntaba cuál era la rentabilidad de la empresa balear o si ésta era superior a la de la empresa española, me veía obligado a contestar que no lo sabía. A decir verdad, no lo sabía nadie. ¿Cómo generan valor las empresas de Balears? ¿Cómo financian su activo, más barato o más caro que el resto de España? ¿Tiene la componente fiscal un impacto relevante? ¿Y, la insularidad? ¿Afecta el tamaño o el sector en que operan las empresas a la forma de generar valor o de financiarse?

Hoy, gracias al trabajo de recopilación y análisis de información económico-financiera que viene realizando la Fundación Impulsa Balears no sólo se pueden contestar a estas y otras preguntas, sino que se dispone de un amplio conocimiento sobre el comportamiento del tejido empresarial balear, tanto a nivel agregado como desagregado (por isla, sector y tamaño empresarial), comparable con la información que sí se encuentra disponible a nivel nacional y europeo.

Para ello, se utiliza una combinación metodológica que incluye elementos del análisis financiero tradicional, junto a una visión innovadora de la generación de valor, a partir del seguimiento de la rentabilidad económica y de la estructura financiera que aportan las empresas que operan en las islas. Así, se consiguen comprender los factores por los que distintos indicadores de la competitividad empresarial avanzan o retroceden, y, sobre todo, alimentar una visión nueva de la rentabilidad centrada en un concepto fundamental: la productividad, tanto del trabajo como de los capitales invertidos en la empresa.

El valor de todo este conocimiento, accesible desde la plataforma web de la fundación a través de la aplicación i|empresa y la publicación i|negocios, no descansa en su aplicabilidad y simplicidad, ni siquiera en su calidad y rigor, sino en el hecho de que ha sido concebido, desde el principio, para apoyar la toma de decisiones de las empresas (a nivel individual) y del conjunto de actores económicos, públicos y privados (a nivel regional), y no para cubrir una laguna de conocimiento. Porque en Impulsa no trabajamos para saber más, sino que perseguimos generar conocimiento estratégico para que otros trabajen mejor.

Con todo, tanto si se trata de apoyar decisiones individuales como colectivas o regionales, no se puede obviar que en ambos casos hablamos de la capacidad de generar renta y valor añadido. Y es que, en términos generales, cuando pensamos en una región ‘rica’ como Balears, solemos pensar, también, que existe una importante capacidad para generar riqueza por parte de las actividades empresariales. Esto supone considerar que las empresas de Balears son capaces de generar una rentabilidad diferencial favorable respecto a otros territorios menos ricos, pues de lo contrario, Balears dejará de ser ‘rica’ o lo será cada vez menos.

La generación de renta y su medición es algo unívoco desde el punto de vista económico, y tanto para las regiones como para las empresas, existe una contabilidad que recoge los aspectos fundamentales de los procesos de generación de valor implicados. En el caso de regiones, el indicador por excelencia es el PIB per cápita, que nos dice cuánta renta se ha generado por habitante. En el ámbito empresarial, la ratio económico-financiera que integra de manera más completa el resultado de la actividad empresarial es la rentabilidad económica. Así las cosas, no parece baladí tomar decisiones concordantes para que mejore tanto la competitividad de Balears como la competitividad de sus empresas.