Sumar Més propone un modelo turístico que permita disfrutar a residentes y visitantes.

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El cabeza de lista de Sumar Més al Congreso de los Diputados, Vicenç Vidal, ha propuesto este viernes, afrontar un «debate serio sobre la capacidad de carga de las Illas Balears y replantear y redefinir el modelo turístico de forma inmediata ante la situación de saturación y colapso que sufrimos».

Una situación, ha apuntado, que no sólo perjudica a los residentes sino también a la experiencia de los visitantes, por lo que, considera, «hay que encontrar el equilibrio para que un territorio sea un buen lugar para vivir y para visitar, que combine calidad paisajística, medioambiental y social y que beneficie a todos».

Según Vidal, «esta masificación tiene uno de sus ejemplos más gráficos con el impacto que tienen los cruceros y los megacruceros en el mar, en los puertos y en las ciudades del Archipiélago a nivel de contaminación atmosférica, tanto de partículas contaminantes como acústicas; de generación de residuos, contaminación del agua y de impacto sobre la biodivsersidad».

Hace poco más de un año, el Govern y las principales empresas del sector de cruceros llegaron a un acuerdo que limitaba la presencia de cruceros a un máximo de tres diarios, y de éstos tres, sólo uno podría ser un megacrucero, con más de 5.000 pasajeros. Este acuerdo debía ser hasta 2026 pero el pacto de gobernabilidad entre PP y VOX establece la eliminación de la limitación de los cruceros.

Sumar Més propone exigir a la Autoridad Portuaria que controle los impactos medioambientales que generan los cruceros en los distintos puertos de las Islas Baleares en cuanto a consumo de agua, electricidad y contaminación del aire y del agua, además de revisar las tarifas portuarias a fin de penalizar las embarcaciones más contaminantes, con especial atención a los megayates y cruceros.

"Es necesario, establecer el marco legal adecuado para regular la entrada de vehículos, de cruceros y el fondeo de embarcaciones y realizar un estudio de capacidad de carga previo para saber cuál es el máximo que pueden soportar nuestras islas sin poner en entredicho el medio ambiente, los ecosistemas y los recursos naturales», ha subrayado

Otro reto a afrontar, según Vidal, consiste en conseguir una disminución del tráfico aeroportuario y la redistribución de los vuelos de la temporada alta hacia la baja, esto continuando con la reclamación de la gestión de puertos y aeropuertos por parte del Gobierno de las Islas Baleares, y limitar los aviones privados.

También, ha añadido Vidal, «reclamaremos que AENA invierta un 10% de sus beneficios» (el 20% de los beneficios totales de AENA proviene de los aeropuertos de las Islas Baleares) «a proyectos para diversificar la economía de las Islas Baleares y reducir el impacto negativo del turismo sobre el medio ambiente».