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ANA MATEO - JERUSALÉN El primer ministro israelí, Ehud Barak, sufrió ayer el más serio revés político en sus once meses como primer ministro tras la aprobación preliminar por el Parlamento de tres proyectos de ley para disolver la cámara y convocar elecciones anticipadas.

La aprobación de los proyecto de ley abre una grave crisis política y deja al primer ministro en minoría después de que los diputados de tres partidos políticos nacionalistas integrados en la coalición de Gobierno hayan sumado sus votos a los de la oposición. Esa situación supone también un serio revés para el proceso de paz entre israelíes y palestinos, ya que Ehud Barak tendría muy difícil, en las actuales circunstancias, sacar adelante un posible acuerdo de paz definitivo con la Autoridad Nacional Palestina.

La votación registrada en la Knesset no supone la inmediata disolución de la Cámara; se trata sólo de un primer paso. Los proyectos de ley deben discutirse ahora en comisión y después volverán al pleno que debe ratificarlo en tres lecturas o votaciones sucesivas. Pero para algunos analistas, la votación de ayer puede ser el principio del fin para la inestable coalición forjada por Barak tras su triunfo electoral hace un año. Ehud Barak aseguró horas después que no habrá elecciones anticipadas en Israel y anunció la formación de un nuevo gabinete en los próximos días.