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El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, defendió ayer un papel más activo de esta organización en la reconstrucción de Irak, y aseguró que ello daría una mayor «legitimidad» al nuevo gobierno que se constituya en el país una vez terminado el conflicto armado. Kofi Annan afirmó que esta mayor legitimidad es «necesaria para el país, para la región y para el mundo».

Annan está inmerso en la actualidad en los preparativos de las tareas que desarrollarán las Naciones Unidas tras el conflicto, lo que le ha llevado a nombrar a un «consejero especial» para Irak, cargo que ha recaído en el paquistaní Raffeuddin Ahmed, quien ya desempeña labores de consejero desde febrero pasado.

Este nombramiento, así como otros asuntos relacionados con las tareas del post-conflicto, han sido analizados en la reunión especial que el secretario general mantuvo ayer durante una hora y media con los quince miembros del Consejo General, convocada por sorpresa durante el fin de semana.

A esta reunión también asistió el nuevo consejero especial para Irak, cuyo papel será «pensar en el futuro, qué es lo que posiblemente va a pasar y cuál será el papel de la ONU», dijo Annan, quien recalcó que Ahmed «también estará disponible para todos los miembros involucrados en el conflicto para intercambiar ideas y darme consejos».

En este sentido, el portavoz de Annan, Fred Eckhard, explicó que la confirmación de Ahmed como asesor especial «proporciona al sistema de la ONU un punto central para planificar el Irak de la posguerra».

El portavoz reconoció que la reunión de ayer es «la primera discusión con los países sobre el papel que tiene que tener la ONU», si bien avanzó que este rol será decidido finalmente por el Consejo de Seguridad.