Pista de despegue del «Ark Royal», que se encuentra en el dique del Oeste tras su participación en la guerra de Irak. FOTO: JOAN TORRES

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OTR/PRESS/EFEBAGDAD
Al menos quince iraquíes murieron y otros 50 resultaron heridos por los disparos de soldados estadounidenses contra una multitud concentrada en la localidad de Falluja, a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, según informa la cadena de televisión qatarí Al Yazira.

En Bagdad, además, se produjo una fuerte explosión de origen todavía indeterminado, en los barrios del sureste de la capital. Según explicaron distintos corresponsales, estaba ardiendo una zanja llena de petróleo, parecida a las que las tropas iraquíes incendiaron para tratar de impedir la visibilidad de los aviones aliados. Los habitantes de la zona dijeron que no se produjo tal explosión y que la zanja había sido incendiada por niños.

Según la cadena de televión qatarí Al Yazira, el desencadenante que provocó el tiroteo fue el lanzamiento de una piedra contra las tropas aliadas. Sin embargo, según el Mando Central estadounidense, los iraquíes dispararon contra sus soldados con fusiles de asalto AK-47 y no tuvo nada que ver con una concentración para celebrar el 66 cumpleaños de Sadam Husein, como indicaron testigos presenciales. Lo que no aclaró es el número de víctimas y heridos.

Los soldados abrieron fuego contra unos 500 manifestantes que pedían la salida de las tropas de la localidad y de la escuela, según dijeron testigos.

Un portavoz de EEUU aseveró que los soldados comenzaron a disparar cuando algunos de los reunidos abrieron fuego contra ellos con fusiles de asalto, pero testigos iraquíes subrayan que los manifestantes estaban desarmados.

Por su parte, los iraquíes han prometido venganza y ataques suicidas contra EEUU tras la matanza de los 15 civiles. Los funerales celebrados ayer se convirtieron en una manifestación de protesta, en la que se pidió «venganza inmediata» por la muerte de los quince iraquíes, entre ellos varios niños.